The State augurs that the strong tides cause the dirt of the river
Thu, 26/06/2008
Sal y arena. No es el título de una novela de Hemingway sino las dos caras del enigma del río Guadalquivir, que sigue a la espera de la aparición de un doctor House que explique de una vez por todas por qué presenta una salinidad extraordinaria y un elevado nivel de sólidos en suspensión desde el pasado mes de noviembre. El Centro de Estudios Hidrográficos (Cedex), un órgano dependiente del Ministerio de Fomento, se añadió ayer a la terna de doctores reunidos en la en la tercera sesión de la Mesa de Seguimiento del Guadalquivir. Sus técnicos presentaron una 'hipótesis preliminar' sobre la turbidez procedente del avance de su estudio del estuario al que accedió este diario.
El informe no entra en la causa de la repentina aparición de los lodos en noviembre, pero cree que su permanencia se debe a la mayor fuerza de las mareas, que han evacuado las partículas más finas. 'Y lo que va quedando corresponde cada vez más a tamaños mayores'. Estos lodos 'se ponen en suspensión cuando la velocidad de la corriente supera un cierto umbral (...) que sólo se rebasa durante las mareas vivas, lo que explicaría que en Sanlúcar la turbidez visual haya mejorado mucho unos días y haya vuelto a empeorar justo cuando las mareas se están acercando a las máximas'. Sin embargo, el informe no descarta 'por el momento' la posibilidad de que se hayan producido nuevos aportes de arena en los últimos meses.
Aunque no lo pusieron por escrito, los técnicos presentes en la Mesa de Seguimiento lanzaron la teoría de que un cambio en el lecho del río, posiblemente por el temporal de noviembre, podría haber incrementado la fuerza de las mareas, según indicaron asistentes a la reunión.
La teoría tendrá que ser ratificada por más estudios, como la batimetría que realiza la Agencia Andaluza del Agua, cuyos resultados no se conocerán hasta la próxima reunión de la mesa, convocada para el 23 de julio. El análisis del lecho, que será comparado con estudios anteriores para comprobar si hay alteraciones, también será fundamental para explicar la salinidad, disparada a pesar de los desembalses y que está afectando gravemente al arrozal, sobre todo a la zona de Queipo de Llano y la sección segunda de la marisma. 'Es de ilusos pensar en una cosecha como la del año pasado', aseguró el director gerente de la Federación de Arroceros, Manuel Cano, que no cree que existan 'causas naturales' para las alteraciones.
La sequía provocó este año que se volviera a reducir a la mitad la superficie del arrozal. 'Y de lo que está sembrado, el 30% presenta un valor de sal por las nubes, mientras que el resto está por encima de lo aconsejado', aseguró el representante de Asociación de Regantes Areda en la Mesa de Seguimiento, Agustín Rodríguez, que alabó la actuación de la Confederación. Rodríguez indicó que 'la única solución para el arroz es la modernización del riego y reubicar la toma de agua'. Mientras pasa del plano a la obra, Areda propuso 'como solución parcial' usa recursos del río Agrio, que están en desuso desde que el desastre de Aznalcóllar diera al traste con su zona de riego.
El informe no entra en la causa de la repentina aparición de los lodos en noviembre, pero cree que su permanencia se debe a la mayor fuerza de las mareas, que han evacuado las partículas más finas. 'Y lo que va quedando corresponde cada vez más a tamaños mayores'. Estos lodos 'se ponen en suspensión cuando la velocidad de la corriente supera un cierto umbral (...) que sólo se rebasa durante las mareas vivas, lo que explicaría que en Sanlúcar la turbidez visual haya mejorado mucho unos días y haya vuelto a empeorar justo cuando las mareas se están acercando a las máximas'. Sin embargo, el informe no descarta 'por el momento' la posibilidad de que se hayan producido nuevos aportes de arena en los últimos meses.
Aunque no lo pusieron por escrito, los técnicos presentes en la Mesa de Seguimiento lanzaron la teoría de que un cambio en el lecho del río, posiblemente por el temporal de noviembre, podría haber incrementado la fuerza de las mareas, según indicaron asistentes a la reunión.
La teoría tendrá que ser ratificada por más estudios, como la batimetría que realiza la Agencia Andaluza del Agua, cuyos resultados no se conocerán hasta la próxima reunión de la mesa, convocada para el 23 de julio. El análisis del lecho, que será comparado con estudios anteriores para comprobar si hay alteraciones, también será fundamental para explicar la salinidad, disparada a pesar de los desembalses y que está afectando gravemente al arrozal, sobre todo a la zona de Queipo de Llano y la sección segunda de la marisma. 'Es de ilusos pensar en una cosecha como la del año pasado', aseguró el director gerente de la Federación de Arroceros, Manuel Cano, que no cree que existan 'causas naturales' para las alteraciones.
La sequía provocó este año que se volviera a reducir a la mitad la superficie del arrozal. 'Y de lo que está sembrado, el 30% presenta un valor de sal por las nubes, mientras que el resto está por encima de lo aconsejado', aseguró el representante de Asociación de Regantes Areda en la Mesa de Seguimiento, Agustín Rodríguez, que alabó la actuación de la Confederación. Rodríguez indicó que 'la única solución para el arroz es la modernización del riego y reubicar la toma de agua'. Mientras pasa del plano a la obra, Areda propuso 'como solución parcial' usa recursos del río Agrio, que están en desuso desde que el desastre de Aznalcóllar diera al traste con su zona de riego.