More water dammed than ever in summer
Tue, 24/06/2008
Los embalses del Ebro inician este verano con el volumen de reservas más elevado que se ha registrado en la cuenca en la última década.
El parte de pantanos que semanalmente elabora la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) señalaba ayer que las reservas ascendían a 6.156 hectómetros cúbicos de agua, lo que supone el 83,2% de la capacidad de los embalses. Ese volumen supera claramente los 5.623 de hace un año y se sitúa más de un 50% por encima de los 4.371 del 2006.
Una parte de la diferencia entre el 2006 y los dos años siguientes se debe a que a partir del inicio del año hidrológico 2007-2008 el organismo de cuenca añadió a sus partes los dos últimos embalses que han comenzado a retener agua en su territorio --Itoiz, en el Irati, y Rialb, en el Segre-- y los sistemas de lagos y pequeños embalses de las cabeceras de algunos ríos pirenaicos, como el Caldarés, el Flamisell y el Escarra. Esas piezas suman una capacidad de 945 hectómetros cúbicos --de los que ayer estaban llenos 773-- que situaron el espacio para embalsar en el Ebro en 7.403 hectómetros cúbicos. El agua que acumulaban ayer los pantanos de la cuenca equivale al 95% de la que podía almacenarse hace dos años. Y ese nivel, fundamentalmente debido a las intensas lluvias de mayo, se registra en los primeros días del verano después de tres campañas consecutivas de sequía climática e hidráulica.
De hecho, las gráficas de la Confederación Hidrográfica del Ebro indican que las reservas acumuladas ayer superan en alrededor de mil hectómetros cúbicos al promedio de los cinco años anteriores en esta misma fecha. Ese volumen de diferencia equivale a la demanda para consumo de tipo urbano e industrial de toda la cuenca del Ebro en seis años y medio.
La aportación de los ríos se ha traducido en una semana en agua suficiente para producir en toda la cuenca 65 millones de kilovatios de energías hidroeléctrica.
El parte de pantanos que semanalmente elabora la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) señalaba ayer que las reservas ascendían a 6.156 hectómetros cúbicos de agua, lo que supone el 83,2% de la capacidad de los embalses. Ese volumen supera claramente los 5.623 de hace un año y se sitúa más de un 50% por encima de los 4.371 del 2006.
Una parte de la diferencia entre el 2006 y los dos años siguientes se debe a que a partir del inicio del año hidrológico 2007-2008 el organismo de cuenca añadió a sus partes los dos últimos embalses que han comenzado a retener agua en su territorio --Itoiz, en el Irati, y Rialb, en el Segre-- y los sistemas de lagos y pequeños embalses de las cabeceras de algunos ríos pirenaicos, como el Caldarés, el Flamisell y el Escarra. Esas piezas suman una capacidad de 945 hectómetros cúbicos --de los que ayer estaban llenos 773-- que situaron el espacio para embalsar en el Ebro en 7.403 hectómetros cúbicos. El agua que acumulaban ayer los pantanos de la cuenca equivale al 95% de la que podía almacenarse hace dos años. Y ese nivel, fundamentalmente debido a las intensas lluvias de mayo, se registra en los primeros días del verano después de tres campañas consecutivas de sequía climática e hidráulica.
De hecho, las gráficas de la Confederación Hidrográfica del Ebro indican que las reservas acumuladas ayer superan en alrededor de mil hectómetros cúbicos al promedio de los cinco años anteriores en esta misma fecha. Ese volumen de diferencia equivale a la demanda para consumo de tipo urbano e industrial de toda la cuenca del Ebro en seis años y medio.
La aportación de los ríos se ha traducido en una semana en agua suficiente para producir en toda la cuenca 65 millones de kilovatios de energías hidroeléctrica.