The flood Ebro Zaragoza passes without affecting the compound Expo
Thu, 05/06/2008
La crecida del río Ebro pasa por la capital aragonesa con un caudal de 1.545 metros cúbicos por segundo y 4,25 metros de altura, por debajo de lo inicialmente previsto y sin causar afecciones de importancia a los edificios e instalaciones de la Exposición Internacional Zaragoza 2008.
Según confirmaron a EFE fuentes de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), el caudal se mantiene en el mismo nivel desde la medianoche pasada y se prevé que continúe así unas 40 horas más, por lo que la avenida no ha sido tan importante como se había previsto (hasta 2.200 metros cúbicos por segundo), aunque tardará en bajar.
La principal preocupación, una vez se conocieron las previsiones de la avenida, atípica en esta época del año y causada por las intensas lluvias caídas en el norte de la cuenca, fueron las consecuencias que podría provocar en el meandro de Ranillas, donde se inaugurará la Expo el próximo viernes, 13 de junio.
Por el momento, según confirmaron en una rueda de prensa el alcalde de la ciudad, Juan Alberto Belloch, y el director de Operaciones y Contenidos de Expo Zaragoza 2008, Jerónimo Blasco, ningún edificio ha sufrido daños y la única zona inundada ha sido el Anfiteatro, algo que ya estaba previsto porque se encuentra en una cota muy baja.
Respecto al escenario "Iceberg", instalado en el mismo caudal del río, Blasco insistió en que no ha sufrido daños porque los sistemas de protección han funcionado, aunque reconoció que no se puede garantizar que el caudal baje a tiempo para que pueda hacerse en el mismo el espectáculo de la inauguración de la Expo.
Por ello, la organización ya tiene preparado un "magnífico plan B" para inaugurar la Exposición Internacional, la noche del 13 de junio, en el Palacio de Congresos, aunque Blasco afirmó que si finalmente el "Iceberg" está utilizable se pondrá en escena el espectáculo inicialmente previsto, sobre todo por los creadores, que llevan mucho tiempo preparándolo.
No obstante, manifestó que no se puede ser demasiado optimista, ya que los técnicos necesitarían tres o cuatro días para montar todos los sistemas eléctricos y de megafonía que necesita el escenario y que fueron desmontados por la avenida del Ebro.
"Con agua o sin agua" se va a mejorar la inauguración, sentenció el director de Contenidos, quien insistió en que "todo va a llegar a tiempo" para que el día 14 de junio la Expo pueda abrir sus puertas a los millones de visitantes que esperan recibir durante los 93 días de la muestra.
Sobre la nula repercusión que la crecida está teniendo en la capital aragonesa, su alcalde dijo que los bomberos no habían recibido ni una sola llamada esta mañana de posibles inundaciones, como ha ocurrido en otras ocasiones en los bajos y los aparcamientos de los inmuebles próximos.
Esta avenida del río también ha tenido consecuencias aguas arriba y abajo de Zaragoza, en las localidades de Gallur, Boquiñeni, Pradilla, Novillas o Quinto, donde miles de hectáreas de cultivo han quedado inundadas, sin afectar a sus cascos urbanos.
Son municipios muy cercanos al cauce del río donde habitualmente los campos quedan anegados por las crecidas, llegando en muchas ocasiones a afectar a las casas de los vecinos, como ocurrió en abril de 2007, cuando el Ebro llegó a los 2.282 metros cúbicos por segundo y a los 5,19 metros de altura en Zaragoza.
Los daños causados en los cultivos se evaluarán en los próximos días, cuando baje el nivel el agua, aunque varios alcaldes de estos municipios confirmaron a Efe que la mayor parte de las cosechas se habrán perdido.
Según confirmaron a EFE fuentes de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), el caudal se mantiene en el mismo nivel desde la medianoche pasada y se prevé que continúe así unas 40 horas más, por lo que la avenida no ha sido tan importante como se había previsto (hasta 2.200 metros cúbicos por segundo), aunque tardará en bajar.
La principal preocupación, una vez se conocieron las previsiones de la avenida, atípica en esta época del año y causada por las intensas lluvias caídas en el norte de la cuenca, fueron las consecuencias que podría provocar en el meandro de Ranillas, donde se inaugurará la Expo el próximo viernes, 13 de junio.
Por el momento, según confirmaron en una rueda de prensa el alcalde de la ciudad, Juan Alberto Belloch, y el director de Operaciones y Contenidos de Expo Zaragoza 2008, Jerónimo Blasco, ningún edificio ha sufrido daños y la única zona inundada ha sido el Anfiteatro, algo que ya estaba previsto porque se encuentra en una cota muy baja.
Respecto al escenario "Iceberg", instalado en el mismo caudal del río, Blasco insistió en que no ha sufrido daños porque los sistemas de protección han funcionado, aunque reconoció que no se puede garantizar que el caudal baje a tiempo para que pueda hacerse en el mismo el espectáculo de la inauguración de la Expo.
Por ello, la organización ya tiene preparado un "magnífico plan B" para inaugurar la Exposición Internacional, la noche del 13 de junio, en el Palacio de Congresos, aunque Blasco afirmó que si finalmente el "Iceberg" está utilizable se pondrá en escena el espectáculo inicialmente previsto, sobre todo por los creadores, que llevan mucho tiempo preparándolo.
No obstante, manifestó que no se puede ser demasiado optimista, ya que los técnicos necesitarían tres o cuatro días para montar todos los sistemas eléctricos y de megafonía que necesita el escenario y que fueron desmontados por la avenida del Ebro.
"Con agua o sin agua" se va a mejorar la inauguración, sentenció el director de Contenidos, quien insistió en que "todo va a llegar a tiempo" para que el día 14 de junio la Expo pueda abrir sus puertas a los millones de visitantes que esperan recibir durante los 93 días de la muestra.
Sobre la nula repercusión que la crecida está teniendo en la capital aragonesa, su alcalde dijo que los bomberos no habían recibido ni una sola llamada esta mañana de posibles inundaciones, como ha ocurrido en otras ocasiones en los bajos y los aparcamientos de los inmuebles próximos.
Esta avenida del río también ha tenido consecuencias aguas arriba y abajo de Zaragoza, en las localidades de Gallur, Boquiñeni, Pradilla, Novillas o Quinto, donde miles de hectáreas de cultivo han quedado inundadas, sin afectar a sus cascos urbanos.
Son municipios muy cercanos al cauce del río donde habitualmente los campos quedan anegados por las crecidas, llegando en muchas ocasiones a afectar a las casas de los vecinos, como ocurrió en abril de 2007, cuando el Ebro llegó a los 2.282 metros cúbicos por segundo y a los 5,19 metros de altura en Zaragoza.
Los daños causados en los cultivos se evaluarán en los próximos días, cuando baje el nivel el agua, aunque varios alcaldes de estos municipios confirmaron a Efe que la mayor parte de las cosechas se habrán perdido.