The pipes that carry water to the desalination plant in El Prat de Llobregat, arrives at the Port of Barcelona
Tue, 06/05/2008
Las tuberías que llevarán agua de mar hasta la desalinizadora de El Prat del Llobregat (Barcelona) llegaron hoy a la bocana norte del Puerto de Barcelona desde Noruega. Se trata de diez cañerías de medio kilómetro que llevarán este recurso, que debe ser tratado, hasta la desalinizadora, que empezará a funcionar en un año, y cuya producción equivaldrá a cerca del 20% del consumo de agua del Área Metropolitana de Barcelona.
El gerente de Aguas Ter-Llobregat (ATLL), Joan Compte, explicó que, una vez esté lista la planta, se mejorará el sabor y el olor del agua que consumen los ciudadanos. "Será mucho mejor de la que están bebiendo", afirmó, y añadió: "Tendremos mucho mejor olor y sabor que antes".
Durante el mes de mayo, se realizará una zanja de 30 metros de profundidad donde se instalarán estos tubos en el fondo marino, a 2,2 kilómetros de la costa de la playa de El Prat. Desde este punto, se realizará la captación de agua mediante una torre --a unos 24 metros de profundidad--. Esta instalación recogerá el agua y la trasladará mediante las nuevas cañerías a una estación de bombeo ubicada en la orilla.
UNOS 13 MILLONES EN OBRAS MARINAS.
Estas obras, de carácter marino, costarán entre 12 y 13 millones de euros y estarán acabadas entre septiembre y octubre. Esto supone un 6% del total del coste de la entrada en funcionamiento de la planta, en la que la Generalitat invertirá 230 millones de euros.
Desde la estación de bombeo hasta la planta de El Prat el agua deberá superar otra distancia, de otros dos kilómetros. Sin embargo, según Compte, se ha buscado el punto más cercano a la planta para captar el agua, respetando criterios ambientales y de calidad del agua. Además, un tercio de estos conductos, que seguirán la línea de la costa y atravesarán la desembocadura del Llobregat, ya están construidos.
En julio, empezarán a instalarse los equipos para realizar la osmosis invertida en la planta de El Prat, que Compte consideró como "la obra más importante". Una vez el agua llegue a esta instalación, se someterá a un tratamiento de limpieza de impurezas y desalinización que la dejará "cruda" y sin minerales. Se trata del paso previo a la osmosis y la remineralización. Además, se conducirá este recurso al depósito de Fontsanta, en Sant Joan Despí (Barcelona), para mejorar su calidad.
200 HECTÓMETROS CÚBICOS DESALADOS EN 2009.
Cuando la desalinizadora esté lista, en mayo de 2009, producirá un total de agua anual de unos 60 hectómetros cúbicos, el equivalente al 20% del consumo de la Barcelona metropolitana. Una vez estén listas las obras del las plantas de Blanes (Girona) y Cunit (Tarragona), conjuntamente desalarán un total de 200 hectómetros cúbicos, según calculó Compte.
Los tubos, con un diámetro de 1,8 metros son especialmente largos, miden medio kilómetro, para evitar tener que realizar muchas juntas. Esto servirá para acortar los plazos de ejecución de las obras. Estos conductos, de polietileno de alta densidad, se fabricaron en los fiordos noruegos y, a medida que se producían, se iban dejando en el mar porque, por su tamaño, así lo requerían.
Las diez tuberías llegaron sobre las 8 horas de hoy a la bocana norte del Puerto de Barcelona, donde permanecerán hasta que se disponga de la zanja para instalarlas.
El gerente de Aguas Ter-Llobregat (ATLL), Joan Compte, explicó que, una vez esté lista la planta, se mejorará el sabor y el olor del agua que consumen los ciudadanos. "Será mucho mejor de la que están bebiendo", afirmó, y añadió: "Tendremos mucho mejor olor y sabor que antes".
Durante el mes de mayo, se realizará una zanja de 30 metros de profundidad donde se instalarán estos tubos en el fondo marino, a 2,2 kilómetros de la costa de la playa de El Prat. Desde este punto, se realizará la captación de agua mediante una torre --a unos 24 metros de profundidad--. Esta instalación recogerá el agua y la trasladará mediante las nuevas cañerías a una estación de bombeo ubicada en la orilla.
UNOS 13 MILLONES EN OBRAS MARINAS.
Estas obras, de carácter marino, costarán entre 12 y 13 millones de euros y estarán acabadas entre septiembre y octubre. Esto supone un 6% del total del coste de la entrada en funcionamiento de la planta, en la que la Generalitat invertirá 230 millones de euros.
Desde la estación de bombeo hasta la planta de El Prat el agua deberá superar otra distancia, de otros dos kilómetros. Sin embargo, según Compte, se ha buscado el punto más cercano a la planta para captar el agua, respetando criterios ambientales y de calidad del agua. Además, un tercio de estos conductos, que seguirán la línea de la costa y atravesarán la desembocadura del Llobregat, ya están construidos.
En julio, empezarán a instalarse los equipos para realizar la osmosis invertida en la planta de El Prat, que Compte consideró como "la obra más importante". Una vez el agua llegue a esta instalación, se someterá a un tratamiento de limpieza de impurezas y desalinización que la dejará "cruda" y sin minerales. Se trata del paso previo a la osmosis y la remineralización. Además, se conducirá este recurso al depósito de Fontsanta, en Sant Joan Despí (Barcelona), para mejorar su calidad.
200 HECTÓMETROS CÚBICOS DESALADOS EN 2009.
Cuando la desalinizadora esté lista, en mayo de 2009, producirá un total de agua anual de unos 60 hectómetros cúbicos, el equivalente al 20% del consumo de la Barcelona metropolitana. Una vez estén listas las obras del las plantas de Blanes (Girona) y Cunit (Tarragona), conjuntamente desalarán un total de 200 hectómetros cúbicos, según calculó Compte.
Los tubos, con un diámetro de 1,8 metros son especialmente largos, miden medio kilómetro, para evitar tener que realizar muchas juntas. Esto servirá para acortar los plazos de ejecución de las obras. Estos conductos, de polietileno de alta densidad, se fabricaron en los fiordos noruegos y, a medida que se producían, se iban dejando en el mar porque, por su tamaño, así lo requerían.
Las diez tuberías llegaron sobre las 8 horas de hoy a la bocana norte del Puerto de Barcelona, donde permanecerán hasta que se disponga de la zanja para instalarlas.