El vicepresidente primero de Castilla-La Mancha, Fernando Lamata, ha dicho hoy que, al contrario de lo manifestado por el ex presidente del Gobierno José María Aznar, existen alternativas para abastecer al Levante distintas a los trasvases y que ya se ha demostrado en los últimos tres años.
Lamata respondía así, durante la rueda de prensa para informar de los acuerdos del Consejo de Gobierno, a preguntas de los periodistas sobre las declaraciones en que Aznar defendía los trasvases del Ebro y el Tajo como solución al déficit hídrico en la cuenca del Segura, y consideraba que la desalación no era alternativa.
Fernando Lamata ha afirmado que el Levante tiene posibilidades de seguir manteniendo su desarrollo económico con agua bastante a través de la que tiene en las cuencas hidrográficas de su territorio y la desalación.
El vicepresidente de la Junta ha señalado que la desalación es una alternativa clara que ya se está aplicando y que puede incrementarse, al tiempo que ha lamentado que los Gobiernos de la Comunidad Valenciana y de Murcia no hayan facilitado el desarrollo de esa alternativa, con la que ya habría más hectómetros cúbicos a disposición de esos territorios.
Lamata ha recordado que el Gobierno de España ya ha propuesto que se puedan generar 800 hectómetros cúbicos de agua desalada a la cuenca mediterránea, cantidad con la que, según el vicepresidente de Castilla-La Mancha, se podría abastecer a diez millones de personas.
También ha explicado que la Junta de Castilla-La Mancha no está en contra de los trasvases "por definición", sino que está planteando las necesidades que tiene de agua para su crecimiento.
En este sentido ha dicho que la región necesita más agua que antes y, a diferencia de lo que ocurre en el Levante, no tiene un mar que desalar, sino que depende del agua de sus propias cuencas y, por tanto, necesita aprovechar el agua del Tajo.
Lamata, que ha recordado que ayer el Ministerio de Medio Ambiente adjudicó las obras del proyecto de abastecimiento a los municipios ribereños de los embalses de la cabecera del Tajo, ha contrapuesto las diferentes actitudes que mantienen PSOE y PP a la hora de resolver los problemas de agua en el país.
Según Lamata, por un lado está la del PSOE, basada en hechos, como la construcción de infraestructuras o la mejora de los regadíos, y por otro la del PP, que ha dicho "se empeña en un objetivo insostenible", como, en su opinión, es el mantenimiento del trasvase Tajo-Segura a largo plazo.