The major irrigation systems in northern Aragon are without adequate water

Mon, 03/03/2008

ABC

Los principales sistemas de regadíos de Aragón afrontan la nueva campaña con preocupación. Y es razonable, porque no ha llovido lo suficiente, en el secano los problemas son severos desde hace tiempo, y allí donde sí hay embalses y redes de riego reguladas, la preocupación viene motivada por el reducido volumen de agua embalsada. Bardenas y Riegos del Alto Aragón son dos ejemplos claros de esta precaria situación. En la comunidad de riegos de Bardenas —65.000 hectáreas—, cada regante emprende la campaña con un cupo de 900 metros cúbicos de agua por hectárea. Y eso es poco más de la décima parte que necesitaría este sistema de riegos en condiciones normales. El problema no sólo lo han generado la falta de lluvias, sino también el incumplimiento de obras largamente esperadas en esta zona de Aragón, como ocurre en otras tierras de regadío de la Comunidad. Los embalses, en algunos casos esperados desde hace prácticamente un siglo, no se han construido. El Pacto del Agua de 1992 ha avanzado a paso de tortuga, a veces simplemente por la extrema lentitud del trámite administrativo y, en otras, por las polémicas que han llegado a acabar en disputas judiciales. En Bardenas dependen del embalse de Yesa, cuyo recrecimiento es una de las obras que recogió en 1992 el Pacto del Agua, pendiente de cumplimiento. Yesa tiene unos 200 hectómetros cúbicos de agua embalsada, menos de la mitad de su capacidad. Pero hay que tener en cuenta que buena parte de esa reserva ha de quedar salvaguardada para abastecimiento a la población y otros usos. A la espera se pueda tener el embalse de Yesa recrecido, los regantes miran hacia otro proyecto que también está pendiente: la ampliación del embalse de Malvecino, una balsa que ahora tiene siete hectómetros de capacidad y que llegará a tener 44. Cuando esa obra esté lista, la quinta parte del sistema de regadíos de Bardenas, exactamente las 12.000 hectáreas que riegan con la acequia de las Cinco Villas, tendrán garantizado el suministro. Otro ejemplo está en la provincia de Huesca, en la Comunidad General de Riegos del Alto Aragón, que suma 110.000 hectáreas de cultivo. El presidente de la comunidad de regantes, César Trillo, advierte que sólo tienen una cuarta parte de las reservas que necesitan para empezar la campaña de riegos.