La CHD ya dejó claras las preferencias por las comunidades en proceso de modernización Las comunidades de regantes que han abordado la modernización de estructuras -impulsado por el Plan nacional de Regadíos en el periodo 2000-2008- tendrán prioridad para contar con agua, siempre que la escasez de reservas se mantenga y obligue a restringir el consumo. Las últimas comisiones de desembalse celebradas en la anterior campaña de riego ya apuntaron esta consigna como solución adecuada ante cualquier situación de precariedad. Es la fórmula que desde la gestión pública del agua se ofrece para reconocer el esfuerzo de los colectivos de regantes que han apostado por retirar las viejas estructuras e introducir un sistema que, además de mejorar la efectividad del laboreo agrícola, reduce de forma notable las necesidades de agua de los cultivos. La CHD dejó constancia en la anterior campaña, y con motivo de las comisiones de desembalse que afectaban a sistemas de regadío escasos de recursos hídricos de que aplicaría esta exclusión en el caso de tener que aplicar recortes por falta de agua. El bajo nivel del pantano de Riaño una vez superado el ecuador del invierno revela situaciones paradójicas en el mapa de reparto de agua que tiene asignado el embalse leonés. Una de las comunidades de regantes de Palencia que se benefician de la riqueza hídrica de la provincia de León se negó, por dos veces, a abordar el proceso de modernización del regadío que le ofrecía el PNR. No quedarían excluidos del reparto, según las soluciones previstas en las comisiones de desembalse para situaciones de carestía (como la que ahora ocupa a los gestores de la CHD) las comunidades de Payuelos, parte de la margen izquierda del Porma o el Páramo Bajo, todas inmersas en el proceso de transformación y evolución a riego a la demanda. La disposición de la Confederación para emplear criterios de justicia en el reparto del agua no acaba con la intranquilidad de los regantes leoneses.