The Ter irrigators thinks that it's a disaster the decision to reduce the flow of the river
Thu, 10/01/2008
Las comunidades de Regants del río Ter han calificado de "desastre" la decisión de la Comisión de desembalse del Ter de reducir el caudal del río para garantizar el suministro de agua al área metropolitana de Barcelona y Girona.
La Comisión de desembalse del Ter acordó ayer aplicar las dotaciones de riego en el Baix Ter en los niveles que prevé el Decreto de sequía, es decir, la reducción total de las dotaciones de riego provenientes de recursos regulados por embalses desde enero hasta marzo para preservar al máximo el uso prioritario doméstico mientras no se recupere el estado de los embalses.
Los payeses consideran que si esta situación se mantiene muchos de ellos deberán dejar sus tierras y que estas restricciones podrían secar el río.
"Unas de las soluciones serían coger el agua de otra cuenca, pero dentro la política actual del gobierno y la nueva cultura del agua los trasvases son prohibitivos" ha manifestado el presidente de la comunidad de Regantes de la presa de Colomers, Jordi Aulet partiadario de trasvasar agua del Ebro o del Rodano.
Jordi Aulet ha augurado un negro futuro para el sector de la payesía que se abastecen de los canales del Ter para regar sus cultivos, sobretodo para los que tienen frutales que arrastrarán los malos resultados en años venideros.
Las 6 comunidades de regantes del Baix Ter han acordado que se reunirán la próxima semana para acordar una postura conjunta y las acciones a llevar acabo una vez hayan evaluado la reducción del caudal.
La Agencia Catalana del Agua (ACA) prevé reducir el caudal del Ter a 0'9 m3 por segundo durante el mes de enero y, si no llueve, a 0'3 m3 por segundo, a partir del marzo.
Desde el ACA se ha explicado que lo que debe prevaler siempre desde las administraciones es el abastecimiento doméstico y que lo que se hace con esta medida es "intentar alargar, no deber entrar en una zona de emergencia".
Por su parte desde el Ayuntamiento de Girona han denunciado que el Ter bajará prácticamente sin agua y que avisan que la mayor parte del agua no procederá del pantano sino de la depuradora.
La alcaldesa de Girona, Anna Pagans, ha apuntado que "nos da mucho miedo, si esto es así, el Ter puede dejar de tener agua y el caudal del Ter es importante, para evitar restricciones en Barcelona, fundamentalmente".
La Comisión de desembalse del Ter acordó ayer aplicar las dotaciones de riego en el Baix Ter en los niveles que prevé el Decreto de sequía, es decir, la reducción total de las dotaciones de riego provenientes de recursos regulados por embalses desde enero hasta marzo para preservar al máximo el uso prioritario doméstico mientras no se recupere el estado de los embalses.
Los payeses consideran que si esta situación se mantiene muchos de ellos deberán dejar sus tierras y que estas restricciones podrían secar el río.
"Unas de las soluciones serían coger el agua de otra cuenca, pero dentro la política actual del gobierno y la nueva cultura del agua los trasvases son prohibitivos" ha manifestado el presidente de la comunidad de Regantes de la presa de Colomers, Jordi Aulet partiadario de trasvasar agua del Ebro o del Rodano.
Jordi Aulet ha augurado un negro futuro para el sector de la payesía que se abastecen de los canales del Ter para regar sus cultivos, sobretodo para los que tienen frutales que arrastrarán los malos resultados en años venideros.
Las 6 comunidades de regantes del Baix Ter han acordado que se reunirán la próxima semana para acordar una postura conjunta y las acciones a llevar acabo una vez hayan evaluado la reducción del caudal.
La Agencia Catalana del Agua (ACA) prevé reducir el caudal del Ter a 0'9 m3 por segundo durante el mes de enero y, si no llueve, a 0'3 m3 por segundo, a partir del marzo.
Desde el ACA se ha explicado que lo que debe prevaler siempre desde las administraciones es el abastecimiento doméstico y que lo que se hace con esta medida es "intentar alargar, no deber entrar en una zona de emergencia".
Por su parte desde el Ayuntamiento de Girona han denunciado que el Ter bajará prácticamente sin agua y que avisan que la mayor parte del agua no procederá del pantano sino de la depuradora.
La alcaldesa de Girona, Anna Pagans, ha apuntado que "nos da mucho miedo, si esto es así, el Ter puede dejar de tener agua y el caudal del Ter es importante, para evitar restricciones en Barcelona, fundamentalmente".