The Ebro dumped into the sea 8,173 hectómetros cubic over the past hydrological year

Tue, 27/11/2007

Europa Press

El río Ebro aportó al ecosistema marítimo costero 8.173 hectómetros cúbicos en el año hidrológico 2006/2007, según datos de la Estación Aforos de Tortosa (a 20 kilómetros del Delta del Ebro), a los que ha tenido acceso Europa Press. El caudal en la desembocadura crece este año 2.061 metros cúbicos respecto al anterior (6.112 hectómetros cúbicos (2005/2006), en el que el caudal descendió 984 hectómetros cúbicos respecto a 2004/2005.


El Ministerio de Medio Ambiente recuerda que el concepto de "agua vertida al mar" no se ajusta a la Directiva Marco del Agua, que establece la protección de las superficies continentales, las aguas de transición, las aguas costeras y las aguas subterráneas.


Así, la normativa europea define las aguas de transición como "masas de agua superficial próximas a la desembocadura de los ríos que son parcialmente salinas como consecuencia de su proximidad a las aguas costeras, pero que reciben una influencia de flujos de agua dulce. También recuerda que el Plan Hidrológico Nacional establece un caudal ecológico mínimo de 100 metros cúbicos por segundo, incluso en los meses de estiaje (sequía), en relación a posibles concesiones futuras.


Durante este año se ha registrado la proliferación de algas macrofíticas (parecidas a las plantas comunes) debajo del embalse de Ribarroja (Tarragona), que ha producido problemas medioambientales que han conllevado la necesidad de desembalses extraordinarios durante cada campaña, para su desarraigo. Por otro lado, durante los meses de abril y marzo del presente año, se produjeron tres episodios de avenida (crecida del río), que supuso un volumen mayor de aportación.


El volumen de agua aportada al mar cada año hidrológico por el Ebro se ha situado tradicionalmente en el origen de la polémica en torno al trasvase del Ebro, derogado por el actual Ejecutivo. Los defensores del mismo aseguran que el trasvase sólo suponía algo más de 1.000 hectómetros cúbicos al año frente a los miles que el río vierte cada año al mar. Los detractores del trasvase, con la ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, a la cabeza, recuerdan que el agua vertida al mar no es desperdiciada sino que cumple su función de conservación de la desembocadura y el ecosistema marítimo costero al que se dirige.