It comes into force the new EU legislation to prevent flooding and minimize its impact
Tue, 27/11/2007
Este lunes entró en vigor la nueva norma comunitaria para prevenir las inundaciones y minimizar su impacto. La directiva obliga a los Veintisiete a elaborar mapas de riesgos de inundación y planes de gestión para proteger a la población, y exige la coordinación entre los Estados miembros que compartan una cuenca hidrográfica para impedir que las decisiones de un país aumenten el riesgo de inundación en otro.
El comisario de Medio Ambiente, Stavros Dimas, subrayó en un comunicado la "importancia" de la nueva directiva comunitaria porque "obliga a los Estados miembros a evaluar los riesgos de inundaciones, informar a los ciudadanos que se encuentran en zonas que puedan verse potencialmente afectadas e implicarles en el proceso de planificación" para hacer frente a las mismas.
A pesar de que las inundaciones son un fenómeno natural, Bruselas subraya que "la actividad humana como el desarrollo rural y el cambio climático pueden aumentar su probabilidad". El Ejecutivo comunitario asegura que "con medidas preventivas apropiadas se puede reducir la posibilidad de inundaciones y minimizar su impacto".
Europa ha tenido que hacer frente a más de un centenar de inundaciones importantes desde 1998 --incluidas las provocadas por el desbordamiento de los ríos Danubio y Elba en el verano de 2002--, que han dejado 700 muertos, desplazado a más de un millón y medio de personas y provocado daños por valor de 25.000 millones de euros.
La normativa comunitaria, diseñada especialmente para complementar a la directiva marco sobre agua, cubre todos los tipos de inundaciones: sean originadas en ríos o lagos, ocurran en zonas urbanas o costeras o sean consecuencia directa de fenómenos naturales como las tormentas tropicales o tsunamis.
IMPLEMENTACIÓN EN TRES FASES
Su puesta en práctica en los Estados miembros se hará en tres fases. La primera consiste en realizar una evaluación preliminar de los riesgos potenciales de inundaciones en las cuencas hidrográficas y en las zonas costeras de aquí a 2011.
En segundo lugar, los 27 deberán elaborar mapas de las zonas en peligro y riesgo de sufrir inundaciones antes de 2013. Las cartografías deben identificar las zonas de alto, medio y bajo riesgo. Asimismo, los mapas deberán precisar los niveles de agua esperados, las actividades económicas que pueden verse afectadas, el número de habitantes en riesgo y los posibles daños al medio ambiente.
En una última fase, los países comunitarios tendrán que haber confeccionado en 2015 planes de gestión para hacer frente a inundaciones. Deben incluir medidas para reducir la probabilidad de que una zona sufra inundaciones y minimizar sus consecuencias mediante la prevención de prácticas insostenibles de ordenación del territorio, por ejemplo, impidiendo que se construya en zonas potencialmente afectadas por inundaciones.
Otro destacado elemento de dichos planes es la necesidad de que las autoridades preparen a sus ciudadanos en caso de haya una inundación. Las evaluaciones del riesgo de inundaciones, precisó la Comisión, serán revisadas y adaptadas en función además de aspectos como el cambio climático y la intensidad y la frecuencia de inundaciones a largo plazo.
El comisario de Medio Ambiente, Stavros Dimas, subrayó en un comunicado la "importancia" de la nueva directiva comunitaria porque "obliga a los Estados miembros a evaluar los riesgos de inundaciones, informar a los ciudadanos que se encuentran en zonas que puedan verse potencialmente afectadas e implicarles en el proceso de planificación" para hacer frente a las mismas.
A pesar de que las inundaciones son un fenómeno natural, Bruselas subraya que "la actividad humana como el desarrollo rural y el cambio climático pueden aumentar su probabilidad". El Ejecutivo comunitario asegura que "con medidas preventivas apropiadas se puede reducir la posibilidad de inundaciones y minimizar su impacto".
Europa ha tenido que hacer frente a más de un centenar de inundaciones importantes desde 1998 --incluidas las provocadas por el desbordamiento de los ríos Danubio y Elba en el verano de 2002--, que han dejado 700 muertos, desplazado a más de un millón y medio de personas y provocado daños por valor de 25.000 millones de euros.
La normativa comunitaria, diseñada especialmente para complementar a la directiva marco sobre agua, cubre todos los tipos de inundaciones: sean originadas en ríos o lagos, ocurran en zonas urbanas o costeras o sean consecuencia directa de fenómenos naturales como las tormentas tropicales o tsunamis.
IMPLEMENTACIÓN EN TRES FASES
Su puesta en práctica en los Estados miembros se hará en tres fases. La primera consiste en realizar una evaluación preliminar de los riesgos potenciales de inundaciones en las cuencas hidrográficas y en las zonas costeras de aquí a 2011.
En segundo lugar, los 27 deberán elaborar mapas de las zonas en peligro y riesgo de sufrir inundaciones antes de 2013. Las cartografías deben identificar las zonas de alto, medio y bajo riesgo. Asimismo, los mapas deberán precisar los niveles de agua esperados, las actividades económicas que pueden verse afectadas, el número de habitantes en riesgo y los posibles daños al medio ambiente.
En una última fase, los países comunitarios tendrán que haber confeccionado en 2015 planes de gestión para hacer frente a inundaciones. Deben incluir medidas para reducir la probabilidad de que una zona sufra inundaciones y minimizar sus consecuencias mediante la prevención de prácticas insostenibles de ordenación del territorio, por ejemplo, impidiendo que se construya en zonas potencialmente afectadas por inundaciones.
Otro destacado elemento de dichos planes es la necesidad de que las autoridades preparen a sus ciudadanos en caso de haya una inundación. Las evaluaciones del riesgo de inundaciones, precisó la Comisión, serán revisadas y adaptadas en función además de aspectos como el cambio climático y la intensidad y la frecuencia de inundaciones a largo plazo.