The Junta of CLM believes that Valcarcel and Camps are preparing for the end of the shift
Thu, 15/11/2007
El Gobierno de Castilla-La Mancha cree que los presidentes de Murcia y de la Comunidad Valenciana, Ramón Luis Valcárcel y Francisco Camps, están preparándose para pedir compensaciones en el futuro al Gobierno de España por dejar de utilizar el trasvase Tajo-Segura.
Así lo indicó hoy el vicepresidente de la Junta, Fernando Lamata, durante la rueda de prensa del Consejo Gobierno, a preguntas de los periodistas sobre las intervenciones de Camps y Valcárcel en la jornada de Ordenación Jurídica del Trasvase Tajo-Segura que se celebró ayer.
Lamata dijo que al Gobierno de Castilla-La Mancha le llama la atención la organización de esas jornadas en defensa del trasvase y consideró que tanto Camps como Valcárcel manifestaron una "actitud defensiva".
Para Lamata, esto es algo "novedoso", pues hasta hace poco tiempo en Murcia y la Comunidad Valenciana se consideraba que el trasvase Tajo-Segura era algo "irreversible".
En su opinión, parece que Camps y Valcárcel "están inquietos" por las razones de "mucho peso" que contra el trasvase se están manifestando desde Castilla-La Mancha y están preocupados porque "el tiempo se está agotando".
Lamata indicó que "saben que Castilla-La Mancha tiene razón" y que 2015 es la fecha límite para la utilización del trasvase.
Advirtió, además, de que es probable que antes de esa fecha no puedan hacerse derivaciones en aplicación de la ley, que otorga la prioridad del uso de esas aguas a la cuenca cedente.
En este sentido, el vicepresidente señaló que en Castilla-La Mancha va a haber en los próximos años más personas y más industrias que necesitarán ese agua, a lo que se suma que es necesario recuperar y preservar ecosistemas fluviales, como el del Tajo, y cumplir las directivas internacionales en materia de agua.
Por todo ello llegará un momento en que ya no habrá agua para trasvasar a la cuenca del Segura, dijo Lamata, que cree que Camps y Valcárcel están ya "queriendo objetivar qué derechos les asisten para poder pedir compensaciones en el futuro al Gobierno de España en cuanto se deje de utilizar el trasvase".
En opinión de Lamata, esto es una "señal muy interesante" que constata que "vamos en la buena dirección" porque "las razones que argumentamos tienen cada vez más éxito".
Lamata indicó, en este sentido, que acuerdos como el que ha alcanzado el Gobierno central con la Junta de Andalucía para la gestión de la cuenca del Guadalquivir van en la línea de que se dé una mayor participación en la gestión del agua a las comunidades autónomas, como ha defendido el presidente de Castilla-La Mancha, José María Barreda.
Así lo indicó hoy el vicepresidente de la Junta, Fernando Lamata, durante la rueda de prensa del Consejo Gobierno, a preguntas de los periodistas sobre las intervenciones de Camps y Valcárcel en la jornada de Ordenación Jurídica del Trasvase Tajo-Segura que se celebró ayer.
Lamata dijo que al Gobierno de Castilla-La Mancha le llama la atención la organización de esas jornadas en defensa del trasvase y consideró que tanto Camps como Valcárcel manifestaron una "actitud defensiva".
Para Lamata, esto es algo "novedoso", pues hasta hace poco tiempo en Murcia y la Comunidad Valenciana se consideraba que el trasvase Tajo-Segura era algo "irreversible".
En su opinión, parece que Camps y Valcárcel "están inquietos" por las razones de "mucho peso" que contra el trasvase se están manifestando desde Castilla-La Mancha y están preocupados porque "el tiempo se está agotando".
Lamata indicó que "saben que Castilla-La Mancha tiene razón" y que 2015 es la fecha límite para la utilización del trasvase.
Advirtió, además, de que es probable que antes de esa fecha no puedan hacerse derivaciones en aplicación de la ley, que otorga la prioridad del uso de esas aguas a la cuenca cedente.
En este sentido, el vicepresidente señaló que en Castilla-La Mancha va a haber en los próximos años más personas y más industrias que necesitarán ese agua, a lo que se suma que es necesario recuperar y preservar ecosistemas fluviales, como el del Tajo, y cumplir las directivas internacionales en materia de agua.
Por todo ello llegará un momento en que ya no habrá agua para trasvasar a la cuenca del Segura, dijo Lamata, que cree que Camps y Valcárcel están ya "queriendo objetivar qué derechos les asisten para poder pedir compensaciones en el futuro al Gobierno de España en cuanto se deje de utilizar el trasvase".
En opinión de Lamata, esto es una "señal muy interesante" que constata que "vamos en la buena dirección" porque "las razones que argumentamos tienen cada vez más éxito".
Lamata indicó, en este sentido, que acuerdos como el que ha alcanzado el Gobierno central con la Junta de Andalucía para la gestión de la cuenca del Guadalquivir van en la línea de que se dé una mayor participación en la gestión del agua a las comunidades autónomas, como ha defendido el presidente de Castilla-La Mancha, José María Barreda.