Clean Coal, an idea against climate change about to sting

Sun, 21/10/2007

EFE

¿Puede el "carbón limpio", una tecnología que industria y gobiernos presentan como un avance en la lucha contra el cambio climático, convertirse en el próximo campo de batalla para los ecologistas?.
Aún es pronto, porque las tecnologías para lograrlo están en fase experimental, pero todo indica que así será. Los ecologistas creen que la idea implica más CO2, un almacenamiento inseguro y una disminución de inversiones en energías renovables.
Lo cual es importante porque el éxito final de estas tecnologías va a depender en parte de la opinión pública. De ahí que la Plataforma Tecnológica Española para la captura del CO2, que integra a empresas, centros de investigación y universidades, tenga entre sus objetivos llegar también a sindicatos y ecologistas.
El "carbón limpio" será -cuando exista- carbón al que se le ha "capturado" el CO2, el dióxido de carbono, evitando así su vertido a la atmósfera. Y es que el CO2 es el principal gas causante del efecto invernadero y por tanto del muy temido y nombrado "cambio climático".
Sólo en esto, en la crucial importancia de hacer frente a ese desastre ambiental, hay acuerdo.
Santiago Sabugal, subdirector general de ingeniería e I+D de Endesa, una de las empresas más activas en la Plataforma española lo expresa con determinación: "Según aumente la concentración de CO2 en la atmósfera se irán produciendo cambios climáticos con efectos para decenas de miles de años. El reto es tan grande que hay que utilizar todos los recursos".
Capturar el CO2 "no es la panacea sino un medio más, que aprovecha un recurso abundante, bien distribuido y relativamente barato, como el carbón, sin dañar la atmósfera".
Admite que es prioritario impulsar las energías renovables, "especialmente la fotovoltaica, de cuya tecnología no sabemos el fin. Quizá en diez años multiplique su eficiencia por cuatro. Es abundante y sostenible, porque puede instalarse en las laderas de las montañas con mayor eficiencia".
La solar térmica es otra cosa. "No es sostenible, porque para cincuenta megavatios necesitamos doscientas cincuenta hectáreas llanas y de regadío. Algún día esto tropezará con los garbanzos y las patatas".
Pero sólo con renovables no se resuelve el problema, argumenta el subdirector general de Endesa. "Aunque no haga sol o viento seguimos necesitando energía. Además, las renovables no aportan reactiva sino continua y la red necesita reactiva entre otras cosas para arrancar un motor." GUARDAR EL CO2 DEBAJO DE LA ALFOMBRA ¿Pero es el "carbón limpio" una alternativa adecuada? Joaquín Nieto, Secretario Confederal de Medio Ambiente de CC.OO., es escéptico.
"No desprecio ninguna tecnología, pero si la idea fuera limitar su uso al carbón de la "reserva estratégica" de España, estaríamos hablando de unos objetivos que no son estrictamente los de convertir el "carbón limpio" en un producto rentable, que me parece sólo una ilusión".
"El Gobierno, añade Nieto, es demasiado imprudente al jalear estas tecnologías. Y quizá, con ello, se detraigan fondos que podrían tener mejor destino".
Desde Greenpeace expresan el mismo diagnóstico.
"La captura de CO2 no es una alternativa, dice Raquel Montón, responsable de Cambio Climático y Energía de Greenpeace España, porque la tecnología tardará en estar disponible y las soluciones al cambio climático no pueden dilatarse. Además, detrae recursos de la investigación en renovables".
Con el carbón limpio, añade Montón, "capturar el CO2 implica quemar más carbón para obtener la misma energía. A la larga, quemaríamos más combustible fósil y meteríamos bajo la alfombra mayor cantidad de CO2".
El almacenamiento es otro punto caliente de la polémica. Porque el CO2, una vez capturado, hay que transportarlo y guardarlo en lugar seguro, sin riesgo de que una fuga lo lleve nuevamente a la atmósfera.
Sabugal asegura que es factible: "El CO2 se podría inyectar en yacimientos de petróleo o de gas, lo que ya se hace. Como en España no los hay, lo mejor es hacerlo en acuíferos salinos profundos, a más de mil metros de profundidad".
"Ya se ha pedido permiso en algunas zonas para investigar la capacidad que tiene el subsuelo. Hay varias zonas, en el noroeste, en la parte de Aragón y en la zona del Mediterráneo en las que podría ser".
CO2, ENTRE RESIDUO INSEGURO Y RECURSO VALIOSO Tanto Nieto como Montón, creen que es irresponsable hablar de acuíferos salobres para almacenar CO2, sin haber aún determinado y estudiado ninguno en concreto.
Y ven peligro. Para Greenpeace, "si almacenas, tienes que vigilarlo cientos de años, con un extracoste que traspasas a las generaciones futuras. Además, el propio CO2 puede degradar esos pozos. El resultado final, por accidente masivo o por pequeñas fugas, sería que ese CO2 iría a la atmósfera".
Joaquín Nieto apunta que "dado el avance en desalación, inyectar CO2 en acuíferos salinos podría suponer acabar con un recurso futuro de aguas potables".
Sabugal intenta dar garantías: "cuando se estudia un almacenamiento de CO2 se hace con el objetivo de fugas cero. Si se viera que podría haber alguna falla no se almacenaría".
Como prueba de ello, aduce el caso de Berlín: "en el mes de junio hubo una inyección de CO2 en un barrio a las afueras de Berlín en el que había un yacimiento de gas. Si se hace eso en Berlín, es que riesgo cero. Igual que el acuífero salino lleva miles de miles de años allí y no sale, el CO2 tampoco saldría".
El director de Ingeniería e I+D de Endesa rechaza que el CO2 sea considerado un "residuo" antieconómico. En su opinión es, más bien, una materia prima valiosa para un futuro aún indeterminado.
"Como el carbón fue la base industrial en el siglo XIX, el carbono lo será en el XXI. Al CO2 que hoy confinemos se le puede sacar valor. Cuando sepamos partir la molécula del CO2 tendremos un material muy valioso:carbono y oxígeno.
Del carbono se hace la fibra de carbono, usada en aeronáutica, industria aeroespacial o fabricación deportiva de alta competición.
En un futuro, muebles que hoy son de madera podrían ser de fibra de carbono y el árbol permanecería en el campo absorbiendo emisiones difusas de CO2", las que provienen de los automóviles, por ejemplo.