The rains of 2007 end in a drought cycle in Vitoria which has lasted for seven years

Mon, 15/10/2007

El Correo

El nuevo siglo llegó a Vitoria con la sequía debajo del brazo y las escasas precipitaciones han sido la tónica durante siete años consecutivos. Esta tendencia se ha invertido, por fin, en 2007. La lluvia caída desde enero ha puesto fin a uno de los ciclos menos húmedos que se conocen desde 1945, fecha en la que se registraron los primeros datos.

Los meteorólogos consideran que un año es seco en la capital alavesa si se recogen menos de 762 litros por metro cuadrado en los doce meses. Si la cantidad es inferior a 651, la calificación es de muy seco.

«Cuando en siete ejercicios consecutivos hay cinco secos, se puede hablar de periodo de sequía», explica la directora del Instituto Nacional de Meteorología en el País Vasco, Margarita Martín.

Y da datos. Entre 2000 y 2006, el promedio de lluvia computada en Foronda ha sido de 682 litros, es decir, 80 menos de los necesarios para considerarse normal. Sólo se superó la media en 2004 y 2005, con 820 y 776 litros, respectivamente. Frente a este buen resultado, los otros cinco ejercicios no consiguieron llegar a la cantidad considerada idónea. Es más, 2006 pasará a la historia como el año más seco que se conoce desde 1945 al registrar únicamente 529,5 litros.

Embalses

Una prueba evidente de que se ha puesto fin a este periodo son los pantanos del Zadorra. Tanto el de Ullibarri como el de Urrunaga se encuentran estos días a más del 70% de su capacidad, algo que no es normal en esta época del año porque «la zona de Vitoria se asegura el agua en la época de primavera», señala Margarita Martín.

La meteoróloga jefa del centro territorial del País Vasco compara esta situación con la del año pasado por estas fechas. «El otoño de 2006 y el arranque del invierno fueron sequísimos y se registraron unas temperaturas elevadísimas para la época debido a la persistencia del viento del Sur». Esta situación dejó a los embalses al 34%, lo que llevó ya en enero a autorizar captaciones de emergencia.

A finales de ese mismo mes, llegaron por fin las lluvias y las reserva de agua comenzaron a subir progresivamente, hasta el punto que las presas se encontraban al 90% de su capacidad al comenzar la primavera. Las lluvias se han mantenido desde entonces y nada parece indicar que está tónica vaya a cambiar. «En los diez primeros días de octubre se han registrado 52 litros en Foronda. No está nada mal», remarca Margarita Martín.