China reconoció, por primera vez y tras negar reiteradamente las advertencias de los ecologistas, que la presa de las Tres Gargantas, el mayor proyecto hidroeléctrico del mundo, amenaza con provocar una «catástrofe» medioambiental.

Según recogía ayer la agencia estatal, Xinhua, expertos y funcionarios chinos consensuaron en un foro que el proyecto, iniciado en 1993, ha supuesto un impacto «notablemente adverso»
en el área de 600 kilómetros cuadrados que rodea a la presa, con contaminación y corrimientos de tierra.

«Si no se toman medidas el proyecto podría llevar a una catástrofe», alertaron tras el evento de dos días, que concluyó ayer en Wuhan, capital de la provincia central de Hebei.

El «enorme peso» del agua tras la presa ha comenzado a erosionar las riberas del río Yangtsé en muchas partes lo que, junto con las frecuentes fluctuaciones del nivel hídrico, ha causado varios corrimientos de tierra, explicaron.

Es la primera vez que Pekín reconoce los daños de uno de sus proyectos más importantes, que ha obligado a reubicar a más de un millón de personas, ha destruido reliquias culturales y ha contribuido a la mengua de especies animales y vegetales.

«Es un buen paso pero hace falta hacer estudios e investigaciones mucho más profundos sobre los cambios que está provocando la construcción de la presa», afirmó Wang Yongcheng, de la organización gubernamental china Voluntarios Verdes.

Explicó, por ejemplo, que en los últimos dos años el río Yangtsé y sus afluentes han alcanzado sus niveles más bajos, algo que «no se puede achacar sólo al cambio climático sino también a los efectos de la presa». «No podemos de ninguna manera bajar la guardia ante los problemas de seguridad ecológica y ambiental causados por el proyecto», afirmó en el foro Wang Xiaofeng, director del Comité del Proyecto. La erosión y los corrimientos en las colinas alrededor de la presa, los conflictos sobre el déficit de tierra y el «deterioro ecológico causado por el desarrollo irracional» son, a su juicio, las principales amenazas del proyecto, con un presupuesto de unos 25.000 millones de dólares.

La calidad del agua en los afluentes del Yangtsé, además, se ha deteriorado y los brotes de algas y otras plantas acuáticas se han hecho más frecuentes. El responsable del mantenimiento de las Tres Gargantas indicó que la seguridad de los habitantes de la zona se ve amenazada por estos problemas, y que los corrimientos han provocado olas en la presa de hasta 50 metros de alto, con el consecuente peligro que esto supone.

Ubicada en el tercer río más largo del mundo ha desplazado a la de Itaipú, compartida por Brasil y Paraguay, como la más grande del mundo. Ya genera electricidad y estará finalizada el próximo año.