The ex- miners of Boliden denounce that the raft of Aznalcóllar continues contaminating
Mon, 03/09/2007
La balsa de residuos de la mina de Aznalcóllar, cuya ruptura en 1998 provocó el vertido que arrasó todo lo que encontró a su paso y llegó hasta los alrededores del Parque Nacional de Doñana, no fue sellada correctamente por la empresa Boliden Apirsa y, como consecuencia, origina filtraciones de agua ácida que acaban en el acuífero de la zona y en las aguas del río Guadiamar.Además, desde que la multinacional sueca abandonó la mina, las medidas de control y vigilancia medioambiental en la zona, llevadas a cabo desde entonces por la empresa pública Egmasa, han disminuido hasta el mínimo.Éstas son, entre otras, las denuncias que los mineros de Aznalcóllar realizaron ayer en la sede de la Consejería de Medio Ambiente, donde protagonizaron, por sorpresa, un encierro de veinticuatro horas en el marco de las movilizaciones iniciadas el martes con la acampada indefinida en la corta de la antigua mina para protestar por el despido de 22 compañeros de la empresa pública Egmasa, y el incumplimiento por parte de la Junta de Andalucía del protocolo que garantizaba la estabilidad de sus puestos de trabajo tras el cierre del complejo minero.75 antiguos mineros de Boliden han trabajado hasta ahora en tareas de reconstrucción medioambiental en la zona, concretamente en la depuración de aguas contaminantes procedente de los pozos que recogen las filtraciones de la primitiva balsa de residuos.Según estos trabajadores, el problema radica en que dichos pozos no recogen el 100% de la filtraciones debido a la mala calidad del sistema de sellado -compuesto por tres capas: lona antifiltraciones, arcilla y tierra vegetal-, por lo que parte del agua con elementos químicos y restos de metales acaba en las aguas del río Guadiamar, que discurre paralelo a la balsa.Debajo de la lona de sellado se conserva material estéril residual proveniente de la actividad de la mina, mezclado con productos químicos como cianuro y arsénico, utilizado en distintas fases del proceso de extracción de mineral de la mina. Sobre todo en invierno, la lluvia atraviesa el material y acaba convertida en agua ácida.Medidas de seguridadSegún los antiguos trabajadores de Boliden, mientras ésta realizó las tareas de limpieza del vertido, la Junta de Andalucía exigió a la empresa sueca una serie de medidas de seguridad que en nada se parece a las que Egmasa exige hoy a sus propios trabajadores en la zona. Por ejemplo, entonces ningún vehículo pesado podía circular sobre las 140 hectáreas de superficie de la balsa sellada.Hoy, sin embargo maquinaria pesada circula con total normalidad sobre el mismo terreno, en el que están colocando 'huertos' de placas solares. El argumento de entonces -la fragilidad de la arcilla utilizada como parte del sellado- parece haber sido desestimado por la dirección de la empresa pública.Con estas denuncias los antiguos mineros -en cumplimiento del protocolo que la Junta de Andalucía firmó con los trabajadores- pretenden desmontar el argumento de Egmasa para su despido ya que, según ellos, las tareas de reconstrucción medioambiental podrían durar, al menos, 15 años más.Durante el encierro de ayer y ante la ausencia de la consejera Fuensanta Coves, los ex trabajadores de Boliden fueron recibidos por el viceconsejero de Medio Ambiente, Juan Espadas, que se limitó a solidarizarse con los manifestantes y se comprometió a supervisar la seguridad de la balsa y los niveles de contaminación de las aguas de la zona. Hasta ahora, dichas tareas han correspondido a la Consejería de Innovación, con quien la empresa pública Egmasa ha tratado en todo momento en lo referido a la gestión de la antigua mina de Aznalcóllar.Tras la reunión con el viceconsejero, el representante de los mineros Juan José Fernández, aseguró que en la zona hay, además, escombreras «en situación ilegal, abandonadas y con niveles de contaminación altísimos». «Igual que sabíamos entonces que la balsa iba a reventar tarde o temprano, los mineros sabemos ahora que, antes o después, las aguas subterráneas y el río Guadiamar se van a contaminar de nuevo», aseguró Fernández.El portavoz de los mineros aseguró que, si la Consejería de Medio Ambiente va a la antigua mina para analizar las filtraciones que ellos han detectado, se verá en la obligación de solicitar a la de Innovación que readmita a los trabajadores despedidos, «porque, se pongan como se pongan, allí todavía hay mucho trabajo de restauración por hacer y, mientras los residuos de la mina no desaparezcan, habrá peligro de contaminación»..APOYO.-La sombra de Boliden planea sobre Delphi«Nos están haciendo pasar un calvario, no sólo a nosotros, sino también a nuestras familias», aseguraban ayer los portavoces de los mineros durante su acción sorpresa en la sede de la Consejería de Medio Ambiente. «La Junta de Andalucía quiere machacar a los mineros porque, aunque seamos pocos, somos un referente de la lucha obrera para toda la comunidad andaluza», aseguraba ayer Juan José Fernández.De hecho, algunos dirigentes sindicales y representantes de trabajadores despedidos por Delphi en Cádiz se han puesto ya en contacto con los ex trabajadores de Boliden para interesarse por su situación y manifestarles su solidaridad. No en vano los trabajadores de Delphi están recibiendo de parte de la Junta de Andalucía promesas similares a las que en su día realizaron a los trabajadores de la mina de Aznalcóllar. El inminente despido de los 22 trabajadores de Egmasa ha dado la voz de alarma entre los ex trabajadores de los astilleros gaditanos.En esta línea se manifestó ayer el presidente del Partido Popular de Andalucía, Javier Arenas, quien aseguró que la Junta de Andalucía ha faltado «a su palabra y a su compromiso» con los trabajadores de Boliden.Javier Arenas realizó estas declaraciones ante representantes municipales del PP y manifestó su temor por que, en el futuro, les ocurra a los trabajadores de Delphi, lo mismo que les está ocurriendo ahora a los antiguos mineros de la empresa Boliden Apirsa. Aseguró, además, que el presidente de la Junta, Manuel Chaves, se dedica a «prometer y jugar con el futuro de las familias andaluzas».Los ex trabajadores de Boliden cargaron ayer también contra el Gobierno andaluz. «Ésta es, desgraciadamente, la política de un Gobierno que dice ser de izquierda», aseguraban ayer los mineros encerrados. «De la mina no nos vamos a mover hasta que la Junta no cumpla lo que prometió por escrito: garantizar la estabilidad de nuestro futuro laboral. Eso está firmado y hasta que no lo cumplan no vamos a salir de la mina».@LEAD:Crisis en Boliden. Los ex mineros de Boliden denuncian que la balsa de Aznalcóllar sigue contaminando, ya que las deficiencias del sellado producen filtraciones de agua ácida que acaban en el río Guadiamar