Dams for irrigation at a critical situation

Mon, 20/08/2007

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El grifo se ha cerrado ya para la mayor parte del riego con cargo a la cuenca del Guadalquivir. En el balance agrario, recorte de cosechas, debido a que las limitadas dotaciones de agua obligaron a una reducción de siembras, sobre todo en el arroz, aunque el rendimiento por hectárea es similar al de otros años. Y en el hídrico, unos pantanos en situación crítica: a menos de la cuarta parte de su capacidad, y con tendencia a bajar a una quinta para el estreno del nuevo ejercicio hidrológico, el 1 de octubre.

Los embalses de la regulación general del río, que son quince y conforman el aporte principal de agua para la agricultura de regadío, se encuentran actualmente al 24,75 por ciento de su capacidad. Este nivel es 2,6 puntos inferior al de las mismas fechas del año pasado, pero no sólo se ajusta a las previsiones de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG), sino que cabe hablar de un pequeño ahorro.

Lo confirma Javier Serrano, comisario de Aguas del órgano regulador de la cuenca. ¿Cómo calificar la campaña? 'Normal, aunque dentro de las dificultades de partida [bajas reservas en los pantanos]', señala. Dos factores conspiran para sustentar su afirmación. Por un lado, la climatología, lluviosa en primavera y no tan calurosa en verano, y que ha permitido aminorar la sequedad de las tierras y, por tanto, reducir la detracción de recursos del río que realizan los acuíferos. Y por el otro, la concienciación de los propios regantes que, indica Serrano, se han constreñido a las dotaciones que les fueron asignadas.

Cuando se cierren definitivamente las compuertas, allá por mediados de septiembre, ya con el arroz maduro, las reservas en la regulación general se colocarán en el entorno del 22 por ciento, frente al 20 por ciento inicialmente estimado. Hay ahorro, sí, pero no para algarabías. Ese nivel es casi cinco puntos inferior a como empezó, en octubre pasado, el año hidrológico. En suma, otra vez el fantasma de la sequía.

'Se puede decir que las cosechas se han salvado, que todo el mundo las ha sacado adelante'. Javier Serrano dice no entender los ataques a la CHG por parte de Feragua y Asaja, que pretenden que sigan regando quienes no hayan consumido íntegramente sus dotaciones. Los plazos, replica, están para cumplirlos, si bien el día 3 hay reunión de la permanente de la Comisión de Desembalse para atender demandas puntuales, en su mayor parte cítricos y cultivos tardíos. Los campos de Jaén sí tienen una prórroga, pues, recuerda el comisario de Aguas, las producciones son algo más atrasadas.

Los arroceros, que esta primavera desataron una guerra para obtener agua, toda vez que los recursos embalsados eran insuficientes para atender a este cultivo, al final pudieron sembrar algo más de la mitad de sus tierras de la marisma sevillana, en las que todo 'va muy bien, y estamos satisfechos'.

Sorprenden estas palabras de Julián Borja, presidente de la Federación de Arroceros de Sevilla, ya que el volumen de agua total que les fue concedido -200 hectómetros cúbicos, que es la mitad que en una campaña normal- hacía temer un incremento de la salinidad del río y, por consiguiente, una destrucción masiva de las plantaciones. Cabe recordar que este sector toma el caudal directamente del Guadalquivir y que de la cuantía de los desembalses depende un mayor o menor contrapeso a la corriente salada que entra por la desembocadura.

'La calidad del agua es magnífica este año, frente a otros que tuvimos graves problemas con la sal', atestigua Borja. La climatología, en especial 'este verano tan anormalmente fresco', y la reducción de la superficie sembrada -alrededor de 18.000 hectáreas, frente a las 36.000 de los años pluviométricos normales- han sido determinantes para esquivar la dañina sal. Quedan dos semanas para que el arroz espigue. No se esperan problemas.

De entre todos los cultivos de regadío, José Vázquez destaca el maíz. Está algo atrasado, pero se prevén rendimientos similares al de 2006. El hecho de que Andalucía coseche antes que el resto de autonomías y la demanda creciente para biocarburantes y alimentación animal propiciarán una subida de los precios, según vaticina Vázquez.