Worry in Spain due to water price

Tue, 07/08/2007

Organizaciones de agricultores de España manifestaron hoy su preocupación por un informe difundido ayer por la Comisión Europea que propone aumentar el precio del agua para racionar su uso y evitar la instalación de plantas purificadoras que afectan el medioambiente.

La queja fue expresada por la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA) y otras entidades, que se oponen a las restricciones y el encarecimiento del agua destinada a la agricultura que exigió el máximo órgano ejecutivo de la UE en su informe sobre el problema de la sequía el continente.

La Comisión Europea (CE) propuso ayer aumentar los precios del agua en la UE para que se ajusten a su valor real en cada zona y, al mismo tiempo, se fomente el ahorro y la lucha contra la sequía, informó el diario español El Mundo.

El máximo órgano ejecutivo de la UE realizó el informe para hacer frente a la escasez de agua y a la sequía en Europa, en una comunicación que será debatida por los Estados miembros y por el Parlamento Europeo.

La CE propuso hacer hincapié en el ahorro y el uso racional del agua y señaló además que se debe dar prioridad al uso doméstico sobre el agrícola, industrial o turístico.

El documento indica que una de las bases de su estrategia es ajustar los precios del agua a su costo real en cada zona, en función de su escasez.

Sin embargo, esto provocaría inconvenientes en países como España, donde el agua es más escasa y los precios están entre los más bajos de la UE, según el periódico.

Los productores españoles dijeron "defender el uso racional del agua" que demanda la CE, pero exigieron que "todos los agricultores europeos tengan a su disposición el agua necesaria para vivir de la agricultura".

Bruselas pretende que en 2010 todos los países de la UE apliquen tarifas ajustadas a los usos y al valor del agua y que los usuarios paguen por ella, independientemente de si la obtiene de una red de distribución, un río o un acuífero.

España, con importantes inversiones en la construcción de plantas desaladoras y traspasos de otras regiones y países, sería uno de los países más afectados por la puesta en marcha de este objetivo.

Según los últimos estudios de la UE, cerca del 40 por ciento del agua que se consume en Europa se desperdicia, principalmente por pérdidas en los sistemas de canalización y distribución.