The Costa del Sol bleeds
Sun, 22/07/2007
El director de la Cuenca Mediterránea Andaluza, Antonio Rodríguez Leal, confirmó ayer que a corto plazo es «totalmente imposible» levantar el decreto de sequía que afecta a la provincia de Málaga, en concreto a la capital y al valle del Guadalhorce, si bien subrayó que desde la entrada en vigor del documento, en otoño de 2005, «la Costa del Sol ha conseguido reducir su consumo, y gasta un 15% menos de agua que hace dos veranos».
«Si viniese un año normal de lluvia, probablemente en marzo se revisaría el decreto, pero llevamos tres años consecutivos en que apenas ha llovido», apuntó.
Rodríguez Leal resaltó que «nadie nos garantiza que este cuarto año hidrológico que empieza el uno de octubre vaya a ser mejor», al tiempo que afirmó que «nos hemos acostumbrado a convivir con la sequía, lo que es positivo, porque dice mucho de nuestra capacidad de organización y gestión en situaciones difíciles».
El director de la Cuenca Mediterránea Andaluza defendió la necesidad de «seguir luchando con las mismas armas que hasta ahora, con el control exhaustivo de los recursos, la colaboración institucional y los agentes sociales», y añadió que «Málaga tiene un clima semiárido al que tenemos que adaptarnos».
Respecto a la percepción y concienciación de la ciudadanía ante la escasez de agua, manifestó que «hasta ahora hemos logrado que los ciudadanos no perciban ningún tipo de problema y, de hecho, puede parecer que estamos en una circunstancia normal, pero esto no es así».
Efectos del turismo
Ante la duplicación de la población de la provincia durante la temporada estival, consideró que «el aluvión de veraneantes va a llegar, con independencia de que tengamos o no agua, por lo que tenemos que trabajar todos a una para intentar que se cumpla el decreto de sequía».
En este punto, recalcó la importancia de «evitar el riego de jardines privados con agua potable o el llenado consecutivo de piscinas» para no «despilfarrar los escasos recursos con los que contamos».
En cuanto a los grandes consumidores, aplaudió que «se ha trabajado muy bien y se han bajado los consumos respecto a hace dos años; mucho tiene que ver la política de control que se ha hecho, con visitas de inspectores, y se ha impulsado que se instalen contadores volumétricos para controlar el consumo».
También se refirió a los campos de golf, para aseverar que «se ha incrementado el uso de agua reciclada para su riego» y quiso dejar claro que «a veces se suministran de pozos, pero de agua no potable».
El director de la Cuenca Mediterránea Andaluza recordó que pese a que Málaga es la única provincia española que tiene vigente un decreto de sequía «la costa levantina no está mejor que nosotros; Murcia está muy mal y Almería, prácticamente igual».
Rodríguez Leal señaló en este punto que «Almería, donde llueve apenas la mitad que en Málaga, tenía ocho hectómetros cúbicos regulados hace un año, y este año igual, que es el equivalente al consumo de la Costa del Sol en un mes».
«Allí, el milagro se produce trabajando con aguas subterráneas y poniendo en valor nuevos recursos, como la desalación y reutilización, así como gracias a las aportaciones de otras comunidades con recursos», concluyó.
«Si viniese un año normal de lluvia, probablemente en marzo se revisaría el decreto, pero llevamos tres años consecutivos en que apenas ha llovido», apuntó.
Rodríguez Leal resaltó que «nadie nos garantiza que este cuarto año hidrológico que empieza el uno de octubre vaya a ser mejor», al tiempo que afirmó que «nos hemos acostumbrado a convivir con la sequía, lo que es positivo, porque dice mucho de nuestra capacidad de organización y gestión en situaciones difíciles».
El director de la Cuenca Mediterránea Andaluza defendió la necesidad de «seguir luchando con las mismas armas que hasta ahora, con el control exhaustivo de los recursos, la colaboración institucional y los agentes sociales», y añadió que «Málaga tiene un clima semiárido al que tenemos que adaptarnos».
Respecto a la percepción y concienciación de la ciudadanía ante la escasez de agua, manifestó que «hasta ahora hemos logrado que los ciudadanos no perciban ningún tipo de problema y, de hecho, puede parecer que estamos en una circunstancia normal, pero esto no es así».
Efectos del turismo
Ante la duplicación de la población de la provincia durante la temporada estival, consideró que «el aluvión de veraneantes va a llegar, con independencia de que tengamos o no agua, por lo que tenemos que trabajar todos a una para intentar que se cumpla el decreto de sequía».
En este punto, recalcó la importancia de «evitar el riego de jardines privados con agua potable o el llenado consecutivo de piscinas» para no «despilfarrar los escasos recursos con los que contamos».
En cuanto a los grandes consumidores, aplaudió que «se ha trabajado muy bien y se han bajado los consumos respecto a hace dos años; mucho tiene que ver la política de control que se ha hecho, con visitas de inspectores, y se ha impulsado que se instalen contadores volumétricos para controlar el consumo».
También se refirió a los campos de golf, para aseverar que «se ha incrementado el uso de agua reciclada para su riego» y quiso dejar claro que «a veces se suministran de pozos, pero de agua no potable».
El director de la Cuenca Mediterránea Andaluza recordó que pese a que Málaga es la única provincia española que tiene vigente un decreto de sequía «la costa levantina no está mejor que nosotros; Murcia está muy mal y Almería, prácticamente igual».
Rodríguez Leal señaló en este punto que «Almería, donde llueve apenas la mitad que en Málaga, tenía ocho hectómetros cúbicos regulados hace un año, y este año igual, que es el equivalente al consumo de la Costa del Sol en un mes».
«Allí, el milagro se produce trabajando con aguas subterráneas y poniendo en valor nuevos recursos, como la desalación y reutilización, así como gracias a las aportaciones de otras comunidades con recursos», concluyó.