Evacutated thousand of people due to floods in the Center and South of England

Mon, 23/07/2007

Levante

Las riadas han provocado el caos en las redes de transporte y obligado a evacuar
cientos de casas inundadas. Trabajadores de rescate nadan en una de las calles inundadas de Eves ham, en el centro de Inglaterra.

Varios miles de personas seguían ayer alojadas en centros de emergencia tras las recientes lluvias torrenciales que han provocado el caos en diversas áreas del centro y sur de Inglaterra, y que continúan inundadas.

Esos afectados fueron evacuados de sus hogares y alojados temporalmente en centros habilitados para atenderles dada la magnitud del temporal.

Al igual que hiciera el sábado el primer ministro británico, Gordon Brown, el titular de Medio Ambiente, Hilary Benn, consideró ayer que había que «aprender lecciones» ante la situación de emergencia desatada por las fuertes riadas, en declaraciones hechas a la cadena pública BBC.

Aunque ayer la lluvia había remitido, son varias las zonas de los condados de Worcestershire, Gloucestershire y Warwickshire que continúan totalmente inundadas, con los accesos y las carreteras cortados.

Además, hay siete avisos que alertan de próximas inundaciones en las áreas de Oxfordshire, Berkshire y algunas partes de Londres.

La intensidad del temporal ha provocado un masivo despliegue de los servicios de emergencia y de las fuerzas armadas, que han tenido que realizar decenas de operaciones de rescate.

Ya desde el viernes las lluvias torrenciales provocaron el caos al cortar redes de transporte y obligar al desalojo de miles de hogares. La intensa lluvia que no dejó de caer durante la noche del viernes en varias zonas del sur y el centro de Inglaterra y Gales ha provocado situaciones de emergencia, al alterar el funcionamiento de las carreteras, el transporte público, los centros de servicios y miles de viviendas. El aeropuerto londinense Heathrow tuvo que cancelar el viernes 140 vuelos y ha estado todo el fin de semana abarrotado.

En la zona de Worcester, una de las más afectadas por el temporal, los servicios de emergencia obligaron a las familias a pasar la noche en la autopista y en las carreteras vecinas, mientras que en Oxford, las personas que viajaban en el tren tuvieron que cobijarse en un colegio durante la noche.

En Londres, el clima provocó el cierre de quince estaciones de metro y daños en numerosas líneas.