El Ministerio de Medio Ambiente y la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) desencallarán este verano el recrecimiento de Yesa con el anuncio, previsto para los últimos días del mes de julio, de la salida a información pública de la modificación del proyecto inicial para adecuarlo a la cota media aprobada por la Comisión del Agua.
El proyecto reformado se expondrá sin que sea sometido al trámite de Evaluación de Impacto Ambiental (EIA). En febrero, el Ministerio de Medio Ambiente envió a los ayuntamientos de la zona, los gobiernos de Aragón y de Navarra, los ayuntamientos del entorno del embalse, los regantes y otras entidades e instituciones una notificación para que se posicionaran sobre la necesidad de efectuar un nuevo estudio de impacto.
No obstante, el secretario de Estado para el Territorio y la Biodiversidad, Antonio Serrano, ya sostenía entonces que, en su opinión, el nuevo diseño no debía pasar una nueva EIA, ya que, al reducirse la cota, los efectos del pantano iban a ser menores que los del proyecto inicial, que obtuvo una declaración de impacto favorable hace ocho años.
Fuentes oficiales de la CHE declinaron confirmar la fecha de publicación del proyecto modificado y si sería sometido a una evaluación ambiental antes de salir a exposición.
Oficialmente, los responsables del departamento que dirige Cristina Narbona están estudiando los informes sobre la conveniencia, o no, de desarrollar ese proceso.
La salida a información pública del recrecimiento desatasca la obra, aunque esta sigue en tela de juicio en dos tribunales.
Una vez finalizado el mes de presentación de alegaciones, que coincidirá más o menos con el natural de agosto, los técnicos de la CHE y el ministerio las estudiarán y responderán al tiempo que decidirán si añaden alguna de las recomendaciones al diseño actual. Superado este paso, el Consejo de Ministros podrá adjudicar la ejecución de las obras. Fuentes ministeriales indicaron que las previsiones de Medio Ambiente siguen fijando la conclusión de los trabajos a finales del 2009.
DIMENSIONES Yesa tiene hoy una capacidad de 447 hectómetros cúbicos destinada, básicamente, a cubrir el caudal ecológico del río Aragón y la demanda del Canal de Bardenas, que se encuentra en una situación de precariedad al haber crecido su superficie regable en más de 25.000 hectáreas en los últimos años mientras los recursos de que disponen quedaban congelados. Ha crecido casi un 50%, ya que su extensión inicial era de 55.000.
El acuerdo alcanzado hace casi tres años en la Comisión del Agua --sin el apoyo de los ecologistas y de los afectados por las grandes obras hidráulicas, que suman el 20% del foro--, redujo la altura inicial de la presa en once metros, al bajarla de los 521 metros sobre el nivel del mar a 510. Con esas características, Yesa tendrá una capacidad de 1.079,35 hectómetros cúbicos: 609 más de los actuales pero 446 menos de los que contemplaban los planteamientos de la Administración desde 1983.