Spanish scientists purify residual water with solar energy

Mon, 02/07/2007

La Razón

Los métodos tradicionales son insuficientes para eliminar la contaminación de las industrias. por ello, la Plataforma Solar de Almería, La Universidad de Almería y la Politécnica de Valencia estudian esta fuente renovable como una opción efectiva para limpiar «las aguas negras».

Electricidad, calefacción, refrigeración y ahora también depuración. «Limpiar» las aguas residuales a través del uso de la energía solar ya es posible. Éste es el objetivo de la investigación que están realizando conjuntamente la Universidad de Almería, la Universidad Politécnica de Valencia (UPV) y la Plataforma Solar de Almería, en busca de una alternativa barata, ecológica y más efectiva que los métodos tradicionales.

Ana Amat, subdirectora de investigación de la UPV explica que «se busca aplicar la energía que procede del sol para eliminar las partículas contaminantes presentes en los vertidos de las industrias, que no se logran disolver por tratamientos biológicos; es decir, por los procedimientos habituales». La importancia de la investigación radica en que en las aguas residuales existen unos compuestos orgánicos que van a producir una gran carga contaminante y que impide que este bien se reutilice para otros fines, como por ejemplo la agricultura, que consume el 75 por ciento de los recursos hidrológicos nacionales.

Para solventar esto, las depuradoras municipales no son suficientes. El tratamiento convencional que utilizan no es efectivo para eliminar todas las partículas tóxicas. «Los procesos biológicos se sirven de una serie de microorganismos en cultivo que se comen las partículas que infectan el agua. Sin embargo, hay muchos compuestos que no pueden ser asimilados por estos microbios, por lo que hay que buscar otras alternativas de oxidación», explica Amat.

En este punto entraría la energía solar, o mejor dicho la fotocatálisis solar. Según explica José Antonio Sánchez, responsable del proyecto en la Universidad de Almería, «se basa en un proceso de oxidación a través de la energía solar, en base a unos catalizadores (dióxido de titanio o hierro) que activa y acelera el potencial de los rayos de sol».

Gracias a ello, se generan unas sustancias que son muy oxidantes -radicales hidróxido-, y capaces de romper las moléculas de las sustancias tóxicas para convertirlas en partículas más simples y menos contaminantes. «El proceso concluirá cuando la materia a tratar se presente como biodegradable, y por tanto, susceptible de ser tratada y depurada por medios tradicionales», afirma Sánchez.

En cuanto al tiempo necesario, Amat no da datos concretos. «Depende de las circunstancias. Es decir, de los contaminantes, del tipo de industria, etcétera. Lo ideal sería depurar todo el agua de una fábrica en un día».

Los expertos lo tienen claro: el beneficio de este proyecto es la utilización de una fuente de energía inagotable como es el sol, así como la eliminación de los residuos tóxicos de las aguas industriales que, con el paso del tiempo, acaban depositándose en el ambiente.

DOS FASES

Hasta la fecha se han desarrollado dos proyectos, ambos financiados por el Ministerio de Educación y Ciencia. «La primera investigación, denominada Fotodeox, se puso en marcha hace tres años. Con ésta se intentó demostrar que la fotocatálisis es una técnica viable para depurar los plaguicidas -sustancia a tratar en esta fase-. Además, buscamos métodos para mejorar el proceso, optimizar el tiempo, etcétera», asegura Amat.

El segundo proyecto, Fotobiox, es un paso más en la investigación inicial. «Queríamos justificar que no es necesario oxidar las partículas hasta depurarlas totalmente, sino que lo más económico y factible es una integración entre la fotocatálisis solar y los métodos tradicionales. En esta segunda fase -en la que todavía estamos trabajando- lo que buscamos es averiguar cuál es el tiempo que se necesita de fotocatálisis, para que estos compuestos dejen de ser tóxicos y puedan ser tratados en la depuradora normal», continúa Amat.

En concreto, y aunque todavía es una investigación en proceso, Almería ya tiene una planta de fotocatálisis solar para el reciclado de envases de productos fitosanitarios. Manuel Maldonado, investigador del departamento de Detoxificación y Desinfección de Aguas, explica que «la planta Albaida S. A., ubicada en la Mojonera, es la primera que existe en España con este funcionamiento. Existen otros proyectos, pero todavía no han cristalizado».

Aunque esta forma para la reutilización de las «aguas negras», cada vez se presenta como más factible, los expertos aseguran que sólo se está estudiando en industrias. «El proyecto no busca la depuración para consumo humano, ya que es muy difícil que, co- mercialmente, la sociedad lo admita. ¿Quién compraría agua embotellada reciclada de una depuradora », concluye Sánchez.