The Government gives to Catalonia the double of investments of which he had assigned by trasvase of the Ebro
Sat, 23/06/2007
Foro Territorio y Agua
La derogación del Plan Hidrológico Nacional (PHN), que incluía el trasvase del Ebro a la Comunitat, no sólo ha perjudicado las inversiones hídricas en la autonomía sino que ha provocado pérdidas de ayudas europeas, según un estudio elaborado por la Conselleria de Infraestructuras.
Los responsables del estudio añaden que Cataluña ‘‘obtuvo a cambio casi el doble de las ayudas previstas por las infraestructuras para el trasvase del Ebro a la Comunitat Valenciana, Murcia y Almería’’.
Además, “Cataluña es la gran beneficiada de la medida, puesto que el Gobierno de Zapatero ha compensado la suspensión del trasvase con nueve proyectos que han supuesto una ayuda comunitaria hacia esa comunidad autónoma de 433,3 millones de euros”.
Así se detalla en un amplio estudio de la Conselleria de Infraestructuras sobre las consecuencias para la Comunitat de la derogación del trasvase del Ebro.
El Gobierno central, entonces presidido por José María Aznar, solicitó en diciembre de 2003 a la Comisión Europea 1.262 millones de euros para financiar esta transferencia de agua. El desglose era el siguiente: la Comunitat debía recibir 409 millones de euros de los Fondos Estructurales de Desarrollo Regional (Feder); la Región de Murcia, 191; Andalucía, fundamentalmente la provincia de Almería, 118. Además, el tramo desde el Ebro a Barcelona tendría 265 millones de los fondos de cohesión y el tramo desde la toma de agua del Ebro hasta la localidad castellonense de la Vall d’Uixó, 277, también de estos fondos europeos.
Estas cifras indican que la Comunitat Valenciana habría recibido unos 689 millones de euros de la Unión Europea para financiar la construcción del trasvase del Ebro.
El estudio elaborado por el Consell indica que inmediatamente después de la derogación del trasvase del Ebro, ‘‘Cataluña fue compensada por la pérdida de inversiones” que supuso la anulación de la obra que también afectaba a su territorio.
Tras la derogación del trasvase por parte del Gobierno, un hecho que se produjo por decreto el 18 de junio de 2004, a las pocas semanas de tomar posesión José Luis Rodríguez Zapatero, el Ejecutivo central presentó un conjunto de nuevos proyectos de abastecimiento y saneamiento en Cataluña para obtener ayudas del Fondo de Cohesión.
En el año 2005, se aprobaron nueve proyectos, con una ayuda comunitaria de 433,3 millones de euros.
Entre estos proyectos se incluyen la desalinizadora del área metropolitana de Barcelona, con una ayuda de 150 millones de euros; la conexión entre las estaciones potabilizadoras de agua de Abrera y Cardedeu, con una ayuda de 75 millones; la ampliación y mejora del tratamiento en la potabilizadora de Abrera, con una subvención de 48 millones de euros; el refuerzo de abastecimiento a la Costa Brava con una ayuda de 41 millones más, el tratamiento de aguas residuales en las depuradoras de Tarragona, Reus y Vilaseca, con una subvención de 31 millones, entre otros proyectos subvencionados.
La derogación del Plan Hidrológico Nacional (PHN), que incluía el trasvase del Ebro a la Comunitat, no sólo ha perjudicado las inversiones hídricas en la autonomía sino que ha provocado pérdidas de ayudas europeas, según un estudio elaborado por la Conselleria de Infraestructuras.
Los responsables del estudio añaden que Cataluña ‘‘obtuvo a cambio casi el doble de las ayudas previstas por las infraestructuras para el trasvase del Ebro a la Comunitat Valenciana, Murcia y Almería’’.
Además, “Cataluña es la gran beneficiada de la medida, puesto que el Gobierno de Zapatero ha compensado la suspensión del trasvase con nueve proyectos que han supuesto una ayuda comunitaria hacia esa comunidad autónoma de 433,3 millones de euros”.
Así se detalla en un amplio estudio de la Conselleria de Infraestructuras sobre las consecuencias para la Comunitat de la derogación del trasvase del Ebro.
El Gobierno central, entonces presidido por José María Aznar, solicitó en diciembre de 2003 a la Comisión Europea 1.262 millones de euros para financiar esta transferencia de agua. El desglose era el siguiente: la Comunitat debía recibir 409 millones de euros de los Fondos Estructurales de Desarrollo Regional (Feder); la Región de Murcia, 191; Andalucía, fundamentalmente la provincia de Almería, 118. Además, el tramo desde el Ebro a Barcelona tendría 265 millones de los fondos de cohesión y el tramo desde la toma de agua del Ebro hasta la localidad castellonense de la Vall d’Uixó, 277, también de estos fondos europeos.
Estas cifras indican que la Comunitat Valenciana habría recibido unos 689 millones de euros de la Unión Europea para financiar la construcción del trasvase del Ebro.
El estudio elaborado por el Consell indica que inmediatamente después de la derogación del trasvase del Ebro, ‘‘Cataluña fue compensada por la pérdida de inversiones” que supuso la anulación de la obra que también afectaba a su territorio.
Tras la derogación del trasvase por parte del Gobierno, un hecho que se produjo por decreto el 18 de junio de 2004, a las pocas semanas de tomar posesión José Luis Rodríguez Zapatero, el Ejecutivo central presentó un conjunto de nuevos proyectos de abastecimiento y saneamiento en Cataluña para obtener ayudas del Fondo de Cohesión.
En el año 2005, se aprobaron nueve proyectos, con una ayuda comunitaria de 433,3 millones de euros.
Entre estos proyectos se incluyen la desalinizadora del área metropolitana de Barcelona, con una ayuda de 150 millones de euros; la conexión entre las estaciones potabilizadoras de agua de Abrera y Cardedeu, con una ayuda de 75 millones; la ampliación y mejora del tratamiento en la potabilizadora de Abrera, con una subvención de 48 millones de euros; el refuerzo de abastecimiento a la Costa Brava con una ayuda de 41 millones más, el tratamiento de aguas residuales en las depuradoras de Tarragona, Reus y Vilaseca, con una subvención de 31 millones, entre otros proyectos subvencionados.