Three scientific reports discard that the desalination plant of Torrevieja (Alicante) damages posidonia marine

Fri, 15/06/2007

Europa Press

Tres informes científicos, elaborados por la Universidad de Alicante UA), la universidad Politécnica de Valencia (UPV) y el Centro de Estudios y Experimentación de Obras Públicas (Cedex), descartan que la desaladora de Torrevieja (Alicante) dañe la posidonia marina, ya que entre las conclusiones de estos estudios se señala que, "no existen praderas posidonia oceánica en la zona donde se sitúa el vertido de la planta", según informaron hoy en un comunicado fuentes del Ministerio de Medio Ambiente.


Estos tres informes acompañan las alegaciones presentadas por la sociedad estatal Aguas de las Cuencas Mediterráneas (Acuamed) al Tribunal Constitucional para que se mantenga la suspensión de la orden de paralización de las obras dictada en su momento por el Consell.


Asimismo, Medio Ambiente señaló que la desalinizadora de Torrevieja cuenta con el apoyo de la Comisión Europea, que "ha desestimado todas las quejas presentadas por la Generalitat Valenciana contra esta obra y ha archivado la que fue presentada en el año 2004 contra el Decreto Ley de modificación del Plan Hidrológico Nacional".


La documentación presentada esta semana por Acuamed ante el Tribunal Constitucional, que incluye las alegaciones jurídicas y estos informes técnicos, forma parte del normal desarrollo de la causa abierta en este Tribunal tras la admisión a trámite del conflicto positivo de competencias presentado por el Gobierno en contra de la decisión del Consell de paralizar la construcción de la planta desalinizadora.


De este modo, estos estudios analizan distintos aspectos relacionados con la ubicación y funcionamiento de esta planta, prevista por el Programa AGUA del Ministerio de Medio Ambiente, aportando conclusiones favorables a su ejecución. Asimismo, la desaladora de Torrevieja cuenta con el informe positivo de Declaración de Impacto Ambiental y con la financiación de la Comisión Europea, que aporta 55 millones de euros para su construcción, "lo que demuestra que cumple con la normativa comunitaria".


En este contexto se ha enmarcado la visita informativa que han efectuado hoy a las obras de esta planta la delegación de la Comisión Europea, integrada, entre otros, por Georgios Peroulakis y Raúl Zorita, representantes de la Comisión Europea del Desk Officer for ROPV and Coordination of Environmental Iusses y de la Dirección General de Medio Ambiente, respectivamente.


En lo que respecta al informe presentado por la UPV, esta universidad, a través del Departamento de Urbanística y Ordenación del Territorio, "ha validado el exhaustivo estudio de Acuamed sobre la ubicación escogida para la planta, que analiza hasta diez localizaciones alternativas".


De este modo, las conclusiones "corroboran que el lugar elegido, entre el sur del casco urbano y el término municipal de Orihuela (Alicante) es el adecuado, según criterios de protección ambiental y urbanística".


Igualmente, según agrega, "la planta queda fuera de los límites del Parque natural de las Lagunas de La Mata y Torrevieja, evitando cualquier efecto sobre este espacio protegido, del que se ubicará a mayor distancia que otras instalaciones autorizadas por la Generalitat Valenciana, como la depuradora y la subestación eléctrica situadas en esta zona".


Por su parte, el Centro de Estudios de Puertos y Costas del Cedex "confirma que el método de gestión de la salmuera propuesto para la planta no producirá incrementos de la salinidad del mar, más allá de los permitidos por la Declaración de Impacto Ambiental (DIA)". La investigación añade que "los mecanismos de la desalinizadora para asegurar la dilución de la salmuera son correctos, y permiten correcciones en caso necesario".


El Departamento de Ciencias del Mar de la UA ha sido el responsable de analizar los posibles efectos de la actividad de la desalinizadora de Torrevieja sobre el medio marino de sus inmediaciones.


Así, según el informe de la UA, "las conclusiones han sido esclarecedoras, al ratificar que no existen praderas de posidonia oceánica --especie protegida por la Directiva de Hábitats Europea-- en la zona donde se sitúa el vertido de la planta, por lo que no pueden verse afectadas". De este modo, finaliza resaltando que la "correcta ubicación de de dicho vertido y la profundidad de sus conducciones en el mar evitarán cualquier tipo de impacto".