Los embalses españoles afrontan el inminente estío con un nivel de reservas muy superior al del año pasado y prácticamente igual al del promedio de los últimos cinco años para estas fechas. El agua acumulada en los pantanos se mantiene por encima del 65 por ciento, pese a la escasez de lluvias de la última semana.

Según el balance publicado ayer por el Ministerio de Medio Ambiente, la reserva hidráulica está al 65,4 por ciento de su capacidad total. Actualmente, hay 35.395 hectómetros cúbicos de agua embalsada, lo que representa un aumento de 1 hectómetro cúbico con respecto a los niveles de la semana anterior. En la última semana cabe destacar el incremento del de 35 hectómetros en la cuenca del Duero y el descenso en la del Ebro de 28 hectómetros.

De acuerdo con datos oficiales, la reserva se encuentra actualmente casi nueve puntos por encima de la del año pasado por estas fechas (56,5%), y prácticamente iguala al promedio de los últimos cinco años (66%). No obstante, los dos últimos años de sequía se dejan notar, ya que la reserva del último decenio a primeros de junio se sitúa en un 68,8 %.

Sólo sube la del Duero

Por cuencas, sólo se registra una subida en las reservas del Duero, que pasan del 90,5 al 90,9 por ciento. En otras se repiten los valores medidos la semana pasada: el Tajo sigue al 65,8%, el Guadiana al 66,1, las Internas de Cataluña al 52,6 y el Guadalquivir al 48,2. Las demás bajan; concretamente la cuenca atlántica andaluza lo hace del 52,2 al 51,7%, la cuenca mediterránea andaluza del 35,6 al 35,4%, y el Júcar del 23,6 al 23,4%. Destaca la caída de la cuenca que ya estaba en peor situación, la del Segura, que baja del 22,8 al 21,3%.

Las precipitaciones fueron escasas en todo el territorio nacional. La máxima se produjo en San Sebastián con 25,7 litros por metro cuadrado. En el promedio peninsular, la lluvia recogida se situó en sólo 2,5 litros por metro cuadrado, con 3,3 de media en la vertiente Atlántica y 1,3 en la Mediterránea.