The marshes begin to lower

Sat, 19/05/2007

Hoy

Se acabó. En estos días los pantanos empiezan su curva descendente en reservas de agua debido al inicio de la campaña de riegos agrícolas, a lo que se añade el fin de las lluvias. Ya lo han hecho los de la cuenca del Guadiana, que por primera vez después de 30 semanas subiendo en la última ya han bajado en 12 hectómetros.

En el Tajo, sin embargo, gracias a algunas precipitaciones en el sistema central y a los últimos deshielos las reservas han aumentado en 21 hectómetros. Los 12 pantanos extremeños de esa cuenca baten marcas y están prácticamente al 80% de capacidad.

La situación en general va del «bastante aceptable» que describe José Martínez, director técnico de la Confederación Hidrográfica del Guadiana -los 16 embalses extremeños de su cuenca están al 66,6%- al «bastante óptimo» que revela confiado José María Macías, presidente de la Confederación Hidrográfica del Tajo con ese 80% en que se encuentran los de su competencia.

Extremadura afronta por tanto un verano tranquilo desde el punto de vista de las reservas de agua, y los riegos agrícolas que representan el 80 por ciento del consumo total están garantizados así como el suministro a las poblaciones salvo algún caso aislado con problema de conducciones más que de recursos.

30 semanas subiendo

La alegría de ver cómo sube el nivel le dura a los pantanos una media de 30 semanas al año. Desde finales de octubre, que es cuando se presentan las primeras lluvias abundantes y cae sobre mojado, hasta el 15 de mayo que puede considerarse el punto de cambio de tendencia y que da paso a las 22 semanas en las que los niveles no hacen más que bajar.

A fecha del pasado martes 15 ,los 28 pantanos de la red hidrográfica nacional situados en Extremadura retenían 10.153 hectómetros cúbicos sobre una capacidad total de 14.062, lo que significa un nivel del 72,2%.

Tajo

Por cuencas la mejor situación en porcentaje es la del Tajo liderada por el pantano de Alcántara y sus 2.770 hectómetros de reservas (87,6%), seguido de Valdecañas con 819 (56,6%) y Gabriel y Galán con 693 hectómetros (está al 76%).

Otros embalses de importancia se encuentran al 95,7%, como es el de Cedillo (de uso hidroeléctrico), 89,9% el de Torrejón-Tiétar, 79,5% el de Borbollón, 84,7% el de Jerte-Plasencia, 96% Rivera de Gata y 94,3% el de Valdeobispo, estos últimos casi todos de consumo agrícola y humano; Rosarito, situado en Toledo pero a las puertas de Extremadura, se encuentra al 97,5%.

Guadiana

Esta cuenca presenta menor porcentaje total, 66,6% (siete puntos más que hace un año), pero mayor cantidad de agua debido a su mayor capacidad; contiene 5.193 hectómetros cúbicos frente a los 4.959 del Tajo.

En esta zona situada principalmente en la provincia de Badajoz destaca por reservas La Serena con 1.777 hectómetros (55,2%), después Cijara con 1.011 (67,2%), Orellana 712 (88,2%), García de Sola 487 (87,9%) y Alange 408 (47,9%).

Villar del Rey contiene 112,3 hectómetros cúbicos (86,4%) y Proserpina 4,3 (84,3%).

Con estos datos las dos confederaciones hidrográficas afrontan un verano sin problemas en el que todos los usos, humanos y agrarios, quedan resueltos.

«Estas reservas, y si no hay una catástrofe», explica José Martínez, director técnico de la Confederación del Guadiana, «nos garantizan dos campañas y muy probablemente una tercera».

El consumo veraniego en la cuenca es de 1.000 hectómetros cúbicos de los cuales el 80 por ciento, 800 hectómetros, son a cargo de los riegos agrícolas.

La campaña de regadío se ha dado por empezada, aunque con un mes de retraso en las Vegas Altas respecto a lo habitual debido a las precipitaciones y temperaturas favorables. Normalmente el agua circulará por canales y acequias hasta mediados de octubre.

«Absoluta garantía»

En la zona del Tajo los abastecimientos humanos y agrarios están «absolutamente garantizados». El presidente de la Confederación Hidrográfica del Tajo, José María Macías, estima en 650 hectómetros el consumo anual de los regantes, que empezaron a hacerlo hace un mes de manera progresiva.

Hay también, con arreglo al volumen embalsado, un 'colchón' para tres años, «aunque eso no es cierto en todas las zonas».

Los embalses de consumo están «bastante llenos» aunque no tanto los hidroeléctricos según Macías, tras un año que en cuanto a lluvias ha resultado «algo superior a lo normal pero no mucho más allá». Todo un maná, no obstante, después de haber superado «la peor seguía del siglo».