The climatic change will elevate a 3% the water consumption
Sat, 12/05/2007
Expertos en el tratamiento y gestión del agua han pronosticado que, como consecuencia del cambio climático, por cada grado centígrado que aumente la temperatura, se incrementará de un 1,5 a un 3% el consumo en España, por lo que un municipio medio debería aumentar en un 2% sus inversiones en capacidades hidráulicas.
Durante la mesa redonda celebrada en Málaga en el marco de las jornadas y titulada «La gestión del agua ante el cambio climático: repercusiones económicas», la coordinadora de Análisis Económico para la Directiva Marco del Agua del Ministerio de Medio Ambiente, Josefina Maestu reveló que en 1995, en España unos 12 millones de habitantes sufrieron restricciones de agua sobre todo en Sevilla, Cádiz y Palma de Mallorca. Además, entre 1992 y 1996 la rebaja de caudal la cuenca del río Júcar disminuyó el empleo en la zona y supuso una pérdida de 70 millones de euros.
Maestu añadió que la sequía conlleva pérdidas de garantías «por debajo de lo razonable» en muchas ciudades españolas; un incremento de las demandas de obras hidráulicas para asegurar las garantías; y la necesidad de implantar una nueva estrategia económica mediante seguros agrarios en regadíos y tarifas de sequía.
Además, un 65 % de la población española padecerá en 2030 de «estrés hídrico» como consecuencia de los efectos del cambio climático en las reservas de agua, según explicó el presidente del Comité Internacional de Grandes Presas (ICOLD), Luis Berga.
Según Berga, el aumento de la población y las irregularidades temporales hacen de España un país especialmente vulnerable al impacto del cambio climático.
En la actualidad España ocupa el puesto 117 en recursos hídricos de una lista de 180 países en los que se cuantifican por metros cúbicos por persona y año y un 36 % de su población padece estrés hídrico.
Por su parte, Marta Morén, representante de la Comisión Europea, explicó en este mismo encuentro que el cambio climático no sólo disminuirá de forma significativa las reservas de agua sino que además «hará cada vez más complicado el aprovechamiento de la lluvia al ser las precipitaciones más violentas»
Por esta razón, señaló que «una de las prioridades para la Comisión Europea es la optimización del uso y reutilización del agua, así como la mejora de las redes y la racionalización de la demanda».
Mientras tanto, un grupo de regantes acompañado del conseller de Agricultura de la Generalitat Valenciana, Juan Cotino, escenificó ayer la reivindicación del trasvase del Ebro vertiendo agua de este río en el cauce del Segura.
Durante la mesa redonda celebrada en Málaga en el marco de las jornadas y titulada «La gestión del agua ante el cambio climático: repercusiones económicas», la coordinadora de Análisis Económico para la Directiva Marco del Agua del Ministerio de Medio Ambiente, Josefina Maestu reveló que en 1995, en España unos 12 millones de habitantes sufrieron restricciones de agua sobre todo en Sevilla, Cádiz y Palma de Mallorca. Además, entre 1992 y 1996 la rebaja de caudal la cuenca del río Júcar disminuyó el empleo en la zona y supuso una pérdida de 70 millones de euros.
Maestu añadió que la sequía conlleva pérdidas de garantías «por debajo de lo razonable» en muchas ciudades españolas; un incremento de las demandas de obras hidráulicas para asegurar las garantías; y la necesidad de implantar una nueva estrategia económica mediante seguros agrarios en regadíos y tarifas de sequía.
Además, un 65 % de la población española padecerá en 2030 de «estrés hídrico» como consecuencia de los efectos del cambio climático en las reservas de agua, según explicó el presidente del Comité Internacional de Grandes Presas (ICOLD), Luis Berga.
Según Berga, el aumento de la población y las irregularidades temporales hacen de España un país especialmente vulnerable al impacto del cambio climático.
En la actualidad España ocupa el puesto 117 en recursos hídricos de una lista de 180 países en los que se cuantifican por metros cúbicos por persona y año y un 36 % de su población padece estrés hídrico.
Por su parte, Marta Morén, representante de la Comisión Europea, explicó en este mismo encuentro que el cambio climático no sólo disminuirá de forma significativa las reservas de agua sino que además «hará cada vez más complicado el aprovechamiento de la lluvia al ser las precipitaciones más violentas»
Por esta razón, señaló que «una de las prioridades para la Comisión Europea es la optimización del uso y reutilización del agua, así como la mejora de las redes y la racionalización de la demanda».
Mientras tanto, un grupo de regantes acompañado del conseller de Agricultura de la Generalitat Valenciana, Juan Cotino, escenificó ayer la reivindicación del trasvase del Ebro vertiendo agua de este río en el cauce del Segura.