Water from Guadiamar returns to Doñana park

Tue, 24/04/2007

Diario de Sevilla

Las aguas del río Guadiamar volverán a las marismas de Doñana antes de 2010. Así lo anunció ayer la consejera de Medio Ambiente, Fuensanta Coves, que visitó la zona cuando se cumplen nueve años de la rotura de la balsa minera de Boliden en Aznalcóllar, lo que originó el vertido de 2.000 millones de litros de lodos y otros 4.000 de aguas ácidas en la cuenca de este río, lo que afectó a más de 4.000 hectáreas. La próxima primavera está previsto que comience el desmonte de la llamada Montaña del Río, un muro de 29 kilómetros que comenzó a levantarse en la década de 1980 para regular los niveles de inundación de la marisma y que se reforzó en 1998 para evitar que el vertido de Boliden llegase de manera directa a Doñana.

La supresión de esta barrera, una de las pocas que aún separa el parque natural del nacional, se incluía dentro del programa de actuaciones de Doñana 2005, impulsado por el Ministerio de Medio Ambiente. La comisión científica que coordina este programa y el Corredor Verde impulsado por la Junta aprobó en 2005, tras un intenso debate, la oportunidad de realizar esta actuación para recuperar la distribución y circulación tradicional de las aguas. 'Se trata de eliminar el último obstáculo visible para volver a la situación inicial', indicó Coves en la finca de Caracoles, una antigua plantación agrícola de 3.000 hectáreas que actualmente se recupera como marisma.

La consejera insistió en que la Junta 'no desistirá' en su empeño de que Boliden pague a la Administración los costes que supuso la recuperación ambiental del Guadiamar tras el vertido. Coves confió en un resultado positivo del contencioso que debe resolver el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) y en el que el Gobierno autonómico solicita 90 millones de euros a la multinacional.

Las ONG Adena y Ecologistas en Acción lanzaron también ayer un comunicado conjunto en el que alertan del impacto que tendría en los recursos hídricos de Doñana la concesión para regadío de los recursos del embalse del Agrio. Esta agua, que era utilizada por Boliden hasta la rotura de la balsa para su actividad minera, debería destinarse según los ecologistas a fines ambientales.