Regional government of Cataluña plans water transfer from Segre to Barcelona for emergency cases
Mon, 23/04/2007
La Generalitat de Catalunya contempla construir una tubería para trasvasar agua de la cuenca del río Segre al área metropolitana de Barcelona en casos de emergencia por sequía y en un horizonte próximo al año 2030, según han informado a Efe fuentes de la Agencia Catalana del Agua (ACA).
Esta entidad, dependiente del departamento de Medio Ambiente y Vivienda, ha iniciado un estudio para determinar la viabilidad económica y medioambiental de este trasvase, así como el posible trazado de la tubería.
En un principio se barajan varias alternativas, como una conexión entre el río Segre en Oliana (Lleida) y el Cardener, que forma parte de la cuenca del Llobregat, manteniendo siempre los caudales ambientales de los cauces; o una tubería que atraviese la comarca de la Anoia (Barcelona).
La ACA contempla un escenario en 2030 con una población de 8,5 millones de personas en Cataluña y un aumento de la demanda de agua de entre el 1 y el 1,5% anual.
Antes de llevar a cabo este trasvase deberán estar en marcha la treintena de obras previstas como alternativa al trasvase del Ebro en Cataluña -cuyo coste supera los mil millones de euros-, entre las que destacan la desalinizadora de El Prat de Llobregat (Barcelona) y la que se construirá en el litoral comprendido entre la capital catalana y Tarragona.
Con estas actuaciones se prevé cubrir la demanda de agua hasta el año 2025, según han concretado las mismas fuentes del ACA, que ya trabajan en la planificación más allá de 2030.
Esta posible aportación adicional de agua del Segre, afluente del Ebro, al área metropolitana de Barcelona, que se contempla como medida de socorro, surge a partir del plan de regadíos 2007-2011 elaborado por el departamento de Agricultura, en el que se prevé invertir 1.600 millones de euros para modernizar las actuales infraestructuras.
Con la optimización de la red de canales de riego, sobre todo gracias al Segarra-Garrigues y a la modernización del canal de Urgell, se prevé obtener un excedente de agua que serviría para paliar el presente déficit estructural de Cataluña, cifrado en unos cuarenta hectómetros cúbicos.
Algunas de las compañías que participan en la construcción del canal Segarra-Garrigues -que constará de 82 kilómetros de longitud y dará servicio a 17.000 regantes-, como el grupo Aguas de Barcelona (Agbar) y Fomento de Construcciones y Contratas (FCC), ya han expresado su interés en participar en este proyecto de trasvase, así como en la modernización del canal de Urgell, según fuentes del sector.
Agbar vendió en 2005 su filial de construcción Acsa a la constructora leridana Sorigué, pero se quedó con su participación del 22% en la sociedad Aigües del Segarra-Garrigues (ASG), compañía encargada de la ejecución de los trabajos que también está integrada por FCC (24%), Copcisa (21%) y Copisa (20%), entre otras empresas.
El estudio iniciado por la ACA para evaluar el trasvase de la cuenca del Segre al área metropolitana de Barcelona estará listo en un plazo aproximado de un año y, en paralelo, se empezará un trabajo de sensibilización social, tanto en Lleida como en el resto de Cataluña.
Esta medida responde al rechazo generado entre diferentes colectivos por anteriores proyectos de trasvase, en especial por el del Ebro, recogido en el Plan Hidrológico Nacional (PHN), y el del Ródano.
La cuenca del río Llobregat es, junto con la del Ter, la principal fuente de suministro de agua del área metropolitana de Barcelona, así como la que sufre en mayor medida las consecuencias de períodos de sequía como el que se vive en la actualidad.
Esta entidad, dependiente del departamento de Medio Ambiente y Vivienda, ha iniciado un estudio para determinar la viabilidad económica y medioambiental de este trasvase, así como el posible trazado de la tubería.
En un principio se barajan varias alternativas, como una conexión entre el río Segre en Oliana (Lleida) y el Cardener, que forma parte de la cuenca del Llobregat, manteniendo siempre los caudales ambientales de los cauces; o una tubería que atraviese la comarca de la Anoia (Barcelona).
La ACA contempla un escenario en 2030 con una población de 8,5 millones de personas en Cataluña y un aumento de la demanda de agua de entre el 1 y el 1,5% anual.
Antes de llevar a cabo este trasvase deberán estar en marcha la treintena de obras previstas como alternativa al trasvase del Ebro en Cataluña -cuyo coste supera los mil millones de euros-, entre las que destacan la desalinizadora de El Prat de Llobregat (Barcelona) y la que se construirá en el litoral comprendido entre la capital catalana y Tarragona.
Con estas actuaciones se prevé cubrir la demanda de agua hasta el año 2025, según han concretado las mismas fuentes del ACA, que ya trabajan en la planificación más allá de 2030.
Esta posible aportación adicional de agua del Segre, afluente del Ebro, al área metropolitana de Barcelona, que se contempla como medida de socorro, surge a partir del plan de regadíos 2007-2011 elaborado por el departamento de Agricultura, en el que se prevé invertir 1.600 millones de euros para modernizar las actuales infraestructuras.
Con la optimización de la red de canales de riego, sobre todo gracias al Segarra-Garrigues y a la modernización del canal de Urgell, se prevé obtener un excedente de agua que serviría para paliar el presente déficit estructural de Cataluña, cifrado en unos cuarenta hectómetros cúbicos.
Algunas de las compañías que participan en la construcción del canal Segarra-Garrigues -que constará de 82 kilómetros de longitud y dará servicio a 17.000 regantes-, como el grupo Aguas de Barcelona (Agbar) y Fomento de Construcciones y Contratas (FCC), ya han expresado su interés en participar en este proyecto de trasvase, así como en la modernización del canal de Urgell, según fuentes del sector.
Agbar vendió en 2005 su filial de construcción Acsa a la constructora leridana Sorigué, pero se quedó con su participación del 22% en la sociedad Aigües del Segarra-Garrigues (ASG), compañía encargada de la ejecución de los trabajos que también está integrada por FCC (24%), Copcisa (21%) y Copisa (20%), entre otras empresas.
El estudio iniciado por la ACA para evaluar el trasvase de la cuenca del Segre al área metropolitana de Barcelona estará listo en un plazo aproximado de un año y, en paralelo, se empezará un trabajo de sensibilización social, tanto en Lleida como en el resto de Cataluña.
Esta medida responde al rechazo generado entre diferentes colectivos por anteriores proyectos de trasvase, en especial por el del Ebro, recogido en el Plan Hidrológico Nacional (PHN), y el del Ródano.
La cuenca del río Llobregat es, junto con la del Ter, la principal fuente de suministro de agua del área metropolitana de Barcelona, así como la que sufre en mayor medida las consecuencias de períodos de sequía como el que se vive en la actualidad.