Chinese scientists announces that they have produced an artificial snowfall
Fri, 20/04/2007
Un equipo de científicos chinos acaba de anunciar que ha logrado producir una nevada artificial por primera vez, mediante la liberación de pequeñas partículas de yoduro de plata sobre las nubes de la meseta del Tíbet.
El experimento, considerado un éxito por los científicos chinos, sucede meses después de que los expertos advirtieran sobre el deshielo de los glaciares y la sequía que afecta a la región del Himalaya, informa The Guardian.
Las partículas de yoduro de plata, un elemento también utilizado para producir lluvia, ayudaron a la formación de cristales de hielo que crecen conforme caen a la superficie en forma de copos de nieve.
La agencia de noticias Xianhau dijo que la nieve alcanzó una profundidad de un centímetro y se acumuló en la meseta Qinghai-Tíbet que alimenta el río Yangtsé.
«La primera nieve artificial demuestra que es posible cambiar el tiempo mediante esfuerzos humanos en la meseta más alta del mundo», dijo Yu Zhongshui, ingeniero de la estación meteorológica tibetana.
Además, se ha comprobado que crear precipitaciones artificiales puede ayudar a aliviar la sequía que azota al norte del Tíbet, causada principalmente por el deshielo de los glaciares que podrían desaparecer en los próximos 100 años debido a las amenazas del calentamiento global. La región autónoma tibetana, hogar del monte Everest, registró este año el invierno más cálido del último siglo con una temperatura media 2,7 grados superior a la normal.
El experimento, considerado un éxito por los científicos chinos, sucede meses después de que los expertos advirtieran sobre el deshielo de los glaciares y la sequía que afecta a la región del Himalaya, informa The Guardian.
Las partículas de yoduro de plata, un elemento también utilizado para producir lluvia, ayudaron a la formación de cristales de hielo que crecen conforme caen a la superficie en forma de copos de nieve.
La agencia de noticias Xianhau dijo que la nieve alcanzó una profundidad de un centímetro y se acumuló en la meseta Qinghai-Tíbet que alimenta el río Yangtsé.
«La primera nieve artificial demuestra que es posible cambiar el tiempo mediante esfuerzos humanos en la meseta más alta del mundo», dijo Yu Zhongshui, ingeniero de la estación meteorológica tibetana.
Además, se ha comprobado que crear precipitaciones artificiales puede ayudar a aliviar la sequía que azota al norte del Tíbet, causada principalmente por el deshielo de los glaciares que podrían desaparecer en los próximos 100 años debido a las amenazas del calentamiento global. La región autónoma tibetana, hogar del monte Everest, registró este año el invierno más cálido del último siglo con una temperatura media 2,7 grados superior a la normal.