Vitoria draw down dams, Government alerts about heavy rainfalls

Tue, 27/03/2007

El Correo

El Ayuntamiento confía en que la apertura de las compuertas del pantano no provoque inundaciones L. MONDRAGÓN l.mondragon@diario-elcorreo.com/VITORIA INICIO. La compuerta del embalse de Ullíbarri empezó a soltar agua pasadas las tres de la tarde de ayer. / IOSU ONANDIA LOS DATOS

LOS DATOS Inicio del desembalse: A primeras horas de la tarde -a las 15.00- se abrió la primera de las siete compuertas de la presa de Ullíbarri. En Urrúnaga, en cambio, se turbina el agua desde el fin de semana.

Ritmo creciente: El vertido comenzó a un ritmo de 10 metros cúbicos por segundo. A media tarde se alcanzaron los 20 y a las 19.000 horas se llegó a los 29, tope establecido, ya con tres compuertas abiertas.

Nivel del agua: Los pantanos almacenan 190 hectómetros cúbicos, el 90% de su capacidad. Se había alcanzado ya la cota de seguridad, 545,56.

Decisión: La orden la dio la Confederación Hidrográfica de Aguas del Ebro a Iberdrola a petición del Ayuntamiento de Vitoria

Desembalse controlado y preocupación por las lluvias que pueden llegar esta semana. La presa de Ullíbarri comenzó a primeras horas de la tarde de ayer a soltar agua al Zadorra para aliviar su situación, mientras en Urrúnaga se continuaba turbinando. El agua almacenada rozaba el 90% de su capacidad y se habían alcanzado ya la cota de garantía. El cauce del río, con un nivel bastante más bajo que el fin de semana, permitía encauzar con relativa normalidad el líquido vertido, con lo que se evitaban el desbordamiento del río y las inundaciones. La situación estaba bajo control al anochecer, pasadas ya las primeras seis horas desde la apertura de las compuertas.

En cualquier caso, y ante el temor de que en los próximos días se produzcan lluvias intensas -las previsiones apuntan a la segunda mitad de la semana-, el Gobierno vasco ha convocado para hoy la mesa interinstitucional que analizará el estado de los embalses y de los ríos. En el organismo participan también el Ayuntamiento, la Diputación, Amvisa, Iberdrola y el Consorcio de Aguas de Bilbao-Biz. La primera cita es para esta misma mañana, aunque el Ejecutivo ha limitado el alcance de la reunión a un carácter «estrictamente preventivo».

La operación de vertido de parte del agua embalsada -cerca ya de 190 hectómetros cúbicos entre ambas presas- comenzó a las tres de la tarde, después de que la Confederación Hidrográfica del Ebro diera al mediodía la orden a Iberdrola. El ritmo inicial fue de diez metros cúbicos por segundo, aunque a media tarde el flujo aumentaba de forma progresiva hasta alcanzar los 29 metros cúbicos a las siete de la tarde.

La decisión de abrir las compuertas respondía a la petición planteada por el Ayuntamiento de Vitoria. «A primeras horas de hoy -por ayer- hemos entrado en situación de pre-alerta y hemos pedido que se abran las compuertas. La respuesta de la Confederación es positiva», adelantaba a media mañana el alcalde. La medida se hizo efectiva apenas tres horas más tarde.

Mejoría del río

Tres razones de peso avalaban el desembalse. Alonso se refirió tanto a la nieve acumulada en la cuenca -que seguirá deshelándose- como al riesgo de próximas lluvias. Además, el caudal del Zadorra había bajado de manera importante respecto a la difícil situación vivida el fin de semana en puntos como Víllodas y Trespuentes. «Ahora se puede abordar un desembalse controlado, lo que no ocurría estos últimos días», aseguró.

En los pueblos ribereños del Zadorra, zonas castigadas otros años, se seguía con cautela el desarrollo de la operación. «Si hacen las cosas bien y sueltan el agua poco a poco, no tiene por qué haber problemas», coincidían Conchi Balzategi, vecina de Arroiabe, y María Ángeles Llanos, de Amarita. Más preocupado se mostraba unos kilómetros más allá el presidente de la junta de Trespuentes, Davide di Paola, tras vivir con inquietud el fin de semana. «El cauce ha bajado bastante, pero ya han venido los Miñones a decirnos que con el desembalse puede volver a subir», contaba. «Lo triste es que estemos a merced de las circunstancias -si hubiera llovido el fin de semana hubiera sido terrible- o de intereses ajenos», dijo. Además de «reclamar una solución de fondo», Di Paola denuncia que los concejos afectados y el Ayuntamiento de Iruña de Oca están «marginados del Consejo del Agua».