Ebro rises its flow suddenly, for the first during last three years
Wed, 28/03/2007
El río Ebro afronta la primera avenida después de casi tres años de sequía. Las lluvias que caen desde ayer en la cabecera y en las provincias de Álava, Burgos y Navarra están provocando una notable crecida acrecentada por los efectos de la pluviometría sobre la nieve caída en el temporal de la semana pasada, que está derritiendo los volúmenes caídos en montes de media altura.
La nueva crecida del Ebro, la mayor desde que comenzó la sequía en el otoño del 2004, comenzó en la cabecera de la cuenca cuando el grueso del último aumento de caudales atravesaba, ayer, el curso medio del río. La mayor punta, de 1.383 metros cúbicos por segundo, llegó a Zaragoza a las nueve de la noche de ayer, momento en el que el caudal alcanzó una altura de 3,97 metros.
Un centenar de kilómetros aguas arriba, en la localidad navarra de Castejón, el Ebro volvía anoche a superar los 1.000 metros cúbicos por segundo después de casi dos días de descenso tras alcanzar un máximo de 1.632. Ese caudal llegó dos días más tarde a Zaragoza.
Otra cosa es lo que vaya a pasar el próximo fin de semana en Zaragoza. Las previsiones de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) señalaban anoche que el caudal superará los 2.200 hectómetros en la localidad navarra en las primeras horas del jueves. Si llegan a Aragón, será la primera vez desde el 2003 en que el tramo medio del río registre una avenida, en este caso algo superior a la considerada ordinaria, cifrada en unos 2.000.
En principio, la crecida no llegaría a alcanzar la consideración de riada, es decir, a rebasar el cauce natural del Ebro en épocas de máxima avenida normal . Sin embargo, es previsible que se produzcan inundaciones de terrenos como las que estos días, en los que el caudal ha sido inferior al que se espera para el fin de semana, se han registrado en municipios como Novillas, Pradilla o Cabañas. La previsión señalaba anoche que llegarían a Zaragoza en torno a 1.700 metros cúbicos por segundo.
En cualquier caso, las crecidas de los últimos tres años han sido inferiores: 1,62 millones de litros por segundo en marzo del año pasado en Zaragoza, 1,21 en enero del 2004 y 788.600 en el seco 2005. En el año hidrológico anterior a la sequía, el 2004, el caudal máximo se situó en 2,98 millones de litros por segundo. Provocó inundaciones en todo el tramo medio del Ebro.
La nueva crecida del Ebro, la mayor desde que comenzó la sequía en el otoño del 2004, comenzó en la cabecera de la cuenca cuando el grueso del último aumento de caudales atravesaba, ayer, el curso medio del río. La mayor punta, de 1.383 metros cúbicos por segundo, llegó a Zaragoza a las nueve de la noche de ayer, momento en el que el caudal alcanzó una altura de 3,97 metros.
Un centenar de kilómetros aguas arriba, en la localidad navarra de Castejón, el Ebro volvía anoche a superar los 1.000 metros cúbicos por segundo después de casi dos días de descenso tras alcanzar un máximo de 1.632. Ese caudal llegó dos días más tarde a Zaragoza.
Otra cosa es lo que vaya a pasar el próximo fin de semana en Zaragoza. Las previsiones de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) señalaban anoche que el caudal superará los 2.200 hectómetros en la localidad navarra en las primeras horas del jueves. Si llegan a Aragón, será la primera vez desde el 2003 en que el tramo medio del río registre una avenida, en este caso algo superior a la considerada ordinaria, cifrada en unos 2.000.
En principio, la crecida no llegaría a alcanzar la consideración de riada, es decir, a rebasar el cauce natural del Ebro en épocas de máxima avenida normal . Sin embargo, es previsible que se produzcan inundaciones de terrenos como las que estos días, en los que el caudal ha sido inferior al que se espera para el fin de semana, se han registrado en municipios como Novillas, Pradilla o Cabañas. La previsión señalaba anoche que llegarían a Zaragoza en torno a 1.700 metros cúbicos por segundo.
En cualquier caso, las crecidas de los últimos tres años han sido inferiores: 1,62 millones de litros por segundo en marzo del año pasado en Zaragoza, 1,21 en enero del 2004 y 788.600 en el seco 2005. En el año hidrológico anterior a la sequía, el 2004, el caudal máximo se situó en 2,98 millones de litros por segundo. Provocó inundaciones en todo el tramo medio del Ebro.