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Thu, 22/03/2007

Expansión

El Programa AGUA, impulsado por el Gobierno, persigue concienciar a la población sobre el consumo responsable de este bien escaso.
M.J.G.SERRANILLOS
Ya es una realidad. Lo que los expertos venían advirtiendo desde hace tiempo, ya es un hecho palpable: el clima está cambiando, la temperatura global del planeta está subiendo y los ciclos de lluvia son cada vez más escasos.
Hoy se conmemora el Día Mundial del Agua, una celebración que desde 1993 lleva impulsando la Organización de las Naciones Unidas.
Este año, bajo el lema Afrontando la escasez de agua, el mensaje que se quiere transmitir está claro: hay que ahorrar agua. Y no es para menos, ya que los datos no presentan un horizonte muy alentador. Según diferentes estimaciones sobre los efectos del cambio climático, en 2050, la temperatura media podría haber aumentado 2,5 grados, las precipitaciones se podrían reducir en un diez por ciento y la humedad del suelo en un treinta por ciento. En relación a España, un informe reciente del Instituto Nacional de Metereología advierte de la reducción de lluvias en un cuarenta por ciento en la mitad sur del país y algo menos en la mitad norte del país.
Ante este panorama, la preocupación es general, y desde todos los ámbitos se intentan impulsar medidas para afrontar la escasez de recursos hídricos.
La gran apuesta del Gobierno para hacer frente a este problema fue la desalación, uno de los ejes principales del Programa AGUA (Actuaciones para la Gestión y Utilización del Agua), impulsado después de derogar el Plan Hidrológico Nacional (PHN), hace tres años. Sin embargo, el Ministerio que dirige Cristina Narbona no ha logrado que la alternativa de la desalación sea la más viable, entre otros factores, por el alto coste que supone.
Excesivo coste
Después de argumentar el excesivo coste que suponía el trasvase del Ebro, el Ministerio propuso la alternativa de la desalación.
El Programa AGUA establecía un precio de 0,3 céntimos de euro por metro cúbico de agua desalada para los regadíos.
Pero, posteriormente, Narbona elevó este importe hasta 0,8 céntimos, lo que provocó el descontento general de los agricultores, que no podían asumir este precio.
Al margen de la desalación, el Programa AGUA surgió para concienciar sobre el uso responsable de este bien, que en los últimos años ha incrementado su valor tanto económico, como social y ambiental , debido a la escasez de lluvia.
Solventar gradualmente las carencias en la gestión, disponibilidad y calidad del agua, sobre todo en las cuencas mediterráneas, reformar las confederaciones hidrográficas incorporando a las comunidades autónomas al proceso de toma de decisiones y de control público del agua , y fomentar la participación de todos los ciudadanos en la gestión del agua son otros de los ejes sobre los que se asienta este programa.
El periodo de actuación del plan comprende de 2004 hasta 2008 y contempla 105 actuaciones urgentes en el arco mediterráneo, de catorce tipologías diferentes.
La desalación no es la única alternativa posible. Así lo consideran asociaciones como Fenacore (Federación Nacional de Comunidades de Regantes), que ven con mucha preocupación el problema de la escasez de agua, 'ya que el Gobierno está marginando a los usuarios de la planificación, gestión y protección del agua', según manifiesta su presidente, Andrés del Campo.
Otras alternativas
Desde Fenacore se apuesta por los embalses. 'España cuenta con 1.3oo grandes embalses y un nivel de regulación del 45%, es decir que casi la mitad del agua que emplea procede de ellos porque la pluviometría es muy baja', recuerda Del Campo.

Por su parte, la firma Aqualia, perteneciente al grupo FCC, apuesta por fomentar acciones de carácter informativo, como campañas de localización de fugas o de vigilancia de contadores. La depuración de aguas residuales es otra de las soluciones que aporta esta compañía. 'La reutilización del agua, en un país que destina aproximadamente un 75% del consumo a la agricultura, es una garantía, optimiza los recursos y contribuye a la preservación del entorno', explican desde Aqualia.
Desalación, depuración de aguas, embalses... Las alternativas son muchas, pero el objetivo, uno solo: el consumo responsable de los recursos hídricos, un bien escaso, limitado y que, en los últimos años, se ha convertido, por diferentes circunstancias, en un asunto de debate nacional.
El Instituto Nacional de Meteorología advierte que las lluvias disminuirán un 40% en el sur de España
Según algunas estimaciones, las precipitaciones podrían reducirse en un 10 por ciento
Diferentes posturas
El Programa AGUA, impulsado por el Ministerio de Medio Ambiente apuesta por la desalación, una alternativa que no ha logrado calar como la mejor solución al problema de la escasez de agua.
El programa contempla 105 actuaciones urgentes en el arco mediterráneo.
La Federación Nacional de Comunidades de Regantes (Fenacore) considera que la solución a la escasez de agua se encuentra en los embalses. 'España cuenta con 1.300 grandes embalses', recuerdan desde la federación.
Aqualia, perteneciente al grupo FCC, cree que la solución está en el impulso de depuradoras de aguas residuales. Dede la compañía afirman que 'la reutilización del agua, en un país que destina aproximadamente un 75% del consumo del agua a la agricultura, es una garantía, optimiza los recursos y contribuye a la preservación del entorno'.


Desde Fenacore,
se apuesta por los embalses, de los que viene casi la mitad de agua que se consume