(EUROPA PRESS) -

La Junta de Gobierno de la Asociación de Comunidades de Regantes de Andalucía (Feragua) anunció que en el Consejo del Agua que está previsto que se celebre mañana votará en contra del Plan Especial de Sequía de la Cuenca del Guadalquivir, puesto, entre otras razones, "los intereses de Almería a través del trasvase Negratín-Almanzora han condicionado un plan que debería proteger a la cuenca pero que, sin embargo prioriza los usos externos sobre los internos, causando una fuerte tensión en la cuenca cedente".

En una nota remitida a Europa Press, Feragua valoró algunas de las modificaciones introducidas en el Plan Especial de Sequía para el Guadalquivir "especialmente las referidas a las sustitución de la reserva fija para el abastecimiento por una dinámica y la inclusión de los instrumentos de compensación económica al regadío por modificación de caudales".

No obstante, Feragua anunció que en el Consejo del Agua, cuya celebración tienen prevista para mañana, votarán en contra de dicho Plan "puesto que en la distribución que se realiza entre los diferentes embalses del sistema de regulación general de la reserva para abastecimiento establecida por el Plan se hace descansar sospechosamente en más de un 40 por ciento sobre el embalse del Negratín, con la intención de preparar al sistema general para el desvío de agua hacia Almería, en lugar de garantizar las necesidades de abastecimiento y riego de la propia cuenca"

Los regantes del Guadalquivir "no entienden que un Plan que se elabora para proteger a la cuenca frente a la sequía obedezca más a los intereses de usuarios externos que a los de usuarios internos", por lo que propusieron como alternativa a esta reserva de agua del Negratín "que el abastecimiento de la comarca del Almanzora de Almería se enganche a la desaladora de Carboneras".

A su juicio, esta solución "mejoraría la precaria disponibilidad de agua de los regantes del Guadalquivir, que actualmente tiene una pírrica dotación de 1.500 metros cúbicos por hectárea, lo que supone una restricción al 75 por ciento en la dotación".

Feragua también se opuso al "café para todos" que supone el Plan Especial de Sequía "pues no distingue la prioridad de usos y otorga el mismo tratamiento a los usuarios con concesión, a los precarios, a los que emplean aguas de escorrentías y a los que se benefician del trasvase del Negratín".

De esta forma, esta situación "convierte al Plan de Sequía en un plan de expropiación encubierta de los derechos del agua", puesto que "la dotación propuesta el pasado año fue menor que la de 1985, a pesar de que existía un volumen embalsado mayor, lo que impidió una campaña de riego normal".

Indicó que esas diferencias se deben a "un crecimiento descontrolado de la superficie de riego, muy superior al incremento de la disponibilidad del agua, a la demanda para abastecimiento de poblaciones que se han conectado a sistemas de embalses que aportan garantía y calidad, y a los riegos extraordinarios del olivar y por el trasvase Negratín-Almanzora".

"Con el mismo agua, los regantes con derechos caben ahora a mucho menos y si a esto le añadimos una reserva para abastecimiento especialmente protectora con Almería, tenemos una verdadera expropiación encubierta de los derechos legales del agua", lamentaron las fuentes.

Por otro lado, valoraron de forma positiva que la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir "haya hecho suya la necesidad de realizar en 12 meses un estudio sobre los efectos socioeconómicos de las medidas propuestas por el Plan de Sequía, para valorar las posibles compensaciones económicas hacia los usuarios afectados".