Farmers face new uncertain year, controlling water quota since the begginning

Mon, 12/03/2007

Heraldo de Aragón

Acaba de empezar la campaña de riegos y tanto los agricultores de Monegros como los del Canal de Aragón y Cataluña ven con preocupación como, otro año más, hay que recurrir a los cupos. El invierno ha sido seco y ha sido preciso adelantar la campaña. Las escasas reservas de nieve y la falta de garantías de un verano lluvioso vuelven a hacer pensar en dejar fincas sin cultivar.

La primera en dar el pistoletazo de salida fue la Comunidad General de Regantes del Canal de Aragón y Cataluña. Su comisión de riegos se reúne cada quince días para analizar las aportaciones del río Ésera al embalse de Barasona y corregir, si se considera necesario, el prorrateo de agua para riego con el que ha comenzado la temporada.

El presidente del Canal, José Luis Pérez, señalaba que "la situación de sequía continúa y las previsiones, en este momento, son hacer la misma gestión que se ha hecho la última década, que nos ha permitido llegar a la primera quincena de septiembre con el canal abierto".

Para lograr este objetivo, el de no cerrar el canal en plena canícula, la campaña de riegos ha comenzado con restricciones, ya que los regantes no disponen más que de 0,25 litros por segundo y hectárea para saciar la sed de sus tierras. Además, la Comunidad General ha adelantado que, con las reservas actuales y las que se calculan en forma de nieve, este año se podrá llegar a una dotación de 3.500 metros cúbicos por hectárea, aproximadamente, cuando el pasado año, que ya fue seco, se sirvieron 4.578 metros cúbicos por hectárea.

No obstante, la Comunidad General estima que hay un 85 por ciento de probabilidades de poder cumplir con este compromiso y mantener el suministro de agua para riego, aunque "cada cierto tiempo se produce una sequía extrema y fallan las previsiones", advertía Pérez.

El Canal de Aragón y Cataluña, además, sigue padeciendo una endémica falta de regulación que le ha obligado este año a comenzar la campaña antes de los previsto inicialmente para no tener que verter agua desde Barasona, ya que el río Ésera a finales de febrero incrementó su caudal por encima de lo que es habitual, seguramente, porque se estaba adelantando el periodo de deshielo, otra circunstancia que temen los regantes catalanoaragoneses, ya que si esto se produce no tienen la posibilidad de almacenar el agua y se ven obligados a verter parte de las avenidas.

Abandonos

Los regantes de Monegros también adelantaron la campaña, al 5 de marzo, y con cupos, 5.000 metros cúbicos por hectárea. Según manifestó el vicepresidente de Riegos del Alto Aragón, Francisco Orús, hay que administrarlos con "cautela" y "rentabilizando el agua". Aunque la dotación es superior a la de años anteriores, hay que ser conscientes de las escasas reservas de nieve que existen en el Pirineo y estar "muy pendientes" de las aportaciones que puedan traer nuevas precipitaciones. "Hemos salido de un invierno muy seco, ya que apenas se han registrado lluvias, esperemos que la primavera sea distinta y se den nuevas precipitaciones capaces de alimentar los ríos. Ahora, todos los cultivos de invierno, hortalizas y cereales, presentaban una fuerte necesidad de agua y era necesario adelantar la campaña", apuntó
Orús.

Según explicó, lo más probable, dado los precios de las campañas anteriores, es que los agricultores de Los Monegros opten por cultivar maíz y alfalfa, dos productos punteros en la zona. En su opinión y respecto a la alfalfa, no será necesario disminuir los cortes si "se calcula bien el agua, el problema es no disponer de toda la que quisiéramos, ya se está condicionado a la cantidad designada y es probable que se produzcan abandonos". Del mismo modo, señaló que cada vez se cultiva más arroz, un producto de "gran calidad en esta zona, que aunque necesita mucha agua no debe perderse al representar un importante aporte al sector agrario".

Este responsable del sindicato de regantes pide prudencia, porque aunque los embalses del sistema Gállego-Cinca están llenos, no hay nieve y lo más probables es que los ríos traigan aportaciones mínimas.