Spahish irrigation systems, more efficients
Thu, 08/03/2007
El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación ha elaborado un análisis de los regadíos españoles durante el periodo 2002/2006, basado en los resultados de la Encuesta de Superficies y Rendimientos de Cultivos, en la que se ha venido recogiendo anualmente información sobre los sistemas de riego.
El estudio constata la tendencia del 64,1 por ciento del regadío español hacia sistemas más eficientes, con incorporación de nuevas tecnologías, que ha conducido desde 2004, al predominio de la superficie con riego localizado, mas eficaz en el ahorro de recursos hídricos al distribuir el agua por goteo o microaspersión, frente el riego por gravedad, caracterizado por el reparto del agua en la superficie de la parcela mediante surcos, o directamente desde las acequias o canales, sobre la superficie nivelada aprovechando la inclinación del terreno.
Esta evolución hacia un riego localizado mayoritario se corresponde con las políticas de regadío desarrolladas en los últimos años, encaminadas a lograr una agricultura sostenible y respetuosa con el medio ambiente.
De acuerdo con las estadísticas, del total de superficie de regadío en España, que asciende a 3.319.790 hectáreas, el riego localizado se utiliza en el 41,6 por ciento de la superficie, concretamente en 1.381.835 hectáreas, frente al riego por gravedad con 1.163.254 hectáreas, lo que supone un 35 por ciento del total. Ambos sistemas suponen el 76 por ciento de los regadíos, situándose en posiciones inferiores el riego por aspersión, utilizado en el 22,5 por ciento de la superficie.
El «Análisis de los regadíos españoles» establece relaciones con los principales sistemas de riego utilizados en la agricultura, tanto sectorialmente, analizando los principales grupos de cultivo en regadío, como territorialmente, estudiando la distribución de dichos sistemas en aquellas Comunidades Autónomas donde la superficie irrigada tiene especial importancia.
De acuerdo con el análisis sectorial, destaca el predominio del riego localizado en el olivar y viñedo, por encima del 85 por ciento, seguido por los frutales y los cítricos con más del 60 por ciento. Los datos recogidos demuestran también que la mitad de la superficie de hortalizas, incluidas las de invernadero, se riega con estos sistemas más modernos, realizándose el resto por gravedad y aspersión, empleándose también este último sistema de riego para la mitad de la superficie dedicada a tubérculos y cultivos industriales, como la remolacha, el girasol o el algodón. Sólo los cereales y las plantas forrajeras son cultivos en los que se utiliza principalmente el riego por gravedad, en el 60 por ciento de su superficie.
El estudio constata la tendencia del 64,1 por ciento del regadío español hacia sistemas más eficientes, con incorporación de nuevas tecnologías, que ha conducido desde 2004, al predominio de la superficie con riego localizado, mas eficaz en el ahorro de recursos hídricos al distribuir el agua por goteo o microaspersión, frente el riego por gravedad, caracterizado por el reparto del agua en la superficie de la parcela mediante surcos, o directamente desde las acequias o canales, sobre la superficie nivelada aprovechando la inclinación del terreno.
Esta evolución hacia un riego localizado mayoritario se corresponde con las políticas de regadío desarrolladas en los últimos años, encaminadas a lograr una agricultura sostenible y respetuosa con el medio ambiente.
De acuerdo con las estadísticas, del total de superficie de regadío en España, que asciende a 3.319.790 hectáreas, el riego localizado se utiliza en el 41,6 por ciento de la superficie, concretamente en 1.381.835 hectáreas, frente al riego por gravedad con 1.163.254 hectáreas, lo que supone un 35 por ciento del total. Ambos sistemas suponen el 76 por ciento de los regadíos, situándose en posiciones inferiores el riego por aspersión, utilizado en el 22,5 por ciento de la superficie.
El «Análisis de los regadíos españoles» establece relaciones con los principales sistemas de riego utilizados en la agricultura, tanto sectorialmente, analizando los principales grupos de cultivo en regadío, como territorialmente, estudiando la distribución de dichos sistemas en aquellas Comunidades Autónomas donde la superficie irrigada tiene especial importancia.
De acuerdo con el análisis sectorial, destaca el predominio del riego localizado en el olivar y viñedo, por encima del 85 por ciento, seguido por los frutales y los cítricos con más del 60 por ciento. Los datos recogidos demuestran también que la mitad de la superficie de hortalizas, incluidas las de invernadero, se riega con estos sistemas más modernos, realizándose el resto por gravedad y aspersión, empleándose también este último sistema de riego para la mitad de la superficie dedicada a tubérculos y cultivos industriales, como la remolacha, el girasol o el algodón. Sólo los cereales y las plantas forrajeras son cultivos en los que se utiliza principalmente el riego por gravedad, en el 60 por ciento de su superficie.