Se intervendrá en los ríos Odra, en la provincia de Burgos; Negro, en Zamora, y Pisuerga, en Palencia La cuenca del Duero ha sido escogida para poner en marcha de forma experimental el Plan Nacional de Restauración de Ríos, una iniciativa que afectará tanto a los ríos poco alterados por la acción humana, la mayoría de ellos en espacios naturales protegidos, como a los muy alterados, principalmente en zonas urbanas. El objetivo de es, siguiendo las exigencias de la Directiva Marco del Agua, lograr que ríos y arroyos recuperen su buen estado ecológico para lo que se realizarán actuaciones destinadas a devolver a los cauces fluviales su estructura y funcionamiento como ecosistema. El plan contempla, igualmente, la elaboración de un listado que incluya aquellos que mantengan en buen estado su riqueza ecológica, que pasarán a considerarse reservas fluviales, así como la puesta en marcha de un programa de voluntariado para su conservación. Su presupuesto total asciende a 17.000 millones de euros. Se ha escogido la cuenca del Duero por ser la más extensa de España y contar con 42.000 kilómetros de ríos con agua durante todo el año, muchos de los cuales se encuentran en espacios protegidos. La intervención se llevará a cabo en tres cauces, cuenta con una inversión de 16 millones de euros y se ejecutará entre los años 2007 y 2008. Se trata, concretamente, de la recuperación de los ríos Odra (Burgos), Negro (Zamora) y Pisuerga (Palencia). Este último, concretamente, en el embalse de Aguilar de Campoó y en el tramo entre esa localidad y Alar del Rey. Para el río Odra se destinan cerca de 3,5 millones de euros y las actuaciones se centrarán en la limpieza y mejora del cauce para reducir los frecuentes desbordamientos y minimizar los efectos causados por las inundaciones mejorando la circulación del agua, controlando el crecimiento y expansión de la vegetación que invade el cauce, y reduciendo la erosión y entrada de sedimentos al río. Se pretende, además, conjugar los usos económicos con los medioambientales de un río que está catalogado como Lugar de Interés Comunitario e incluido en el Catálogo de Riberas Sobresalientes de Castilla y León. El segundo proyecto se centrará en el río Negro y sus afluentes, y tiene un presupuesto de cuatro millones de euros. El objetivo es mejorar la calidad de unas aguas que constituyen el hábitat del mejillón de río (náyade o madreperla de río), especie muy amenazada que durante el último siglo ha perdido el 90% de sus poblaciones, así como conservar las poblaciones de trucha, ya que en sus branquias pasan los primeros meses de vida las larvas del molusco para completar su ciclo biológico. Se eliminarán azudes y diques en desuso, se restaurarán riberas y se plantarán árboles en las orillas para incrementar los refugios de los salmónidos y evitar la erosión. Retirar sedimentos En el Pisuerga se llevará a cabo una doble actuación. Por un lado, se invertirán 3,5 millones para mejorar la calidad del agua en el tramo situado a continuación del embalse palentino de Aguilar. Se pretende reducir la concentración de sólidos aguas abajo del embalse y, para ello, se desembalsará agua de las capas superiores que tienen menor concentración de sólidos en suspensión. Finalmente, los cinco millones restantes se destinarán a la mejora ecológica del Pisuerga entre Aguilar de Campoó y Alar del Rey, ya que se ha detectado la presencia de grandes cantidades de sedimentos que colmatan los frezaderos de trucha procedentes de las aportación de sólidos en suspensión del agua del embalse.