Ministery of Environment contradricts agreement saying that desalination plants do not produce pollution
Sat, 24/02/2007
El técnico del Ministerio de Medio Ambiente encargado de levantar cuatro nuevas desaladoras en Baleares, Miguel Torres, asegura que el debate sobre la contaminación de estas infraestructuras está caducado: «Las desaladoras de hoy en día consumen 3 kilowatios por metro cúbico frente a los 50 kilowatios que gastaban hace treinta años».
Además, insiste en que la desalación de agua «no produce gases de efecto invernadero» y que son las plantas generadoras de energía eléctrica las responsables, en todo caso, de reducir las emisiones contaminantes. «Son ellos los que se tienen que poner las pilas, no nosotros», sostiene el especialista, que participó el pasado jueves en la IV conferencia sobre la gestión del agua Aqua 2007.
Torres, que es el encargado del área de Calidad del Cedex -organismo dependiente del Ministerio de Medio Ambiente- destacó también en declaraciones a los medios de comunicación que con la puesta en marcha de las nuevas desaladoras, financiadas por el Gobierno central y el Ejecutivo de las Islas, «Baleares se pone en la cresta de la ola de la desalación».
Incluso fue un poco más allá al afirmar que «cuando Baleares culmine su proyecto integral de gestión del agua, el Archipiélago tendrá un sistema que le bilindará frente a cualquier sequía, la garantía será absoluta».
«Muy bien pensado»
Torres, que es el director de obra por parte del Ministerio en la construcción de las cuatro nuevas desaladoras de Baleares, enfatizó que «fue Jaume Matas quien impulsó esta propuesta para asegurar el abastecimiento de agua en Baleares», tras lo que añadió que «se trata de un conjunto de actuaciones muy bien pensadas».
Las declaraciones de este especialista contrastan con la actitud del Govern del Pacte de Progrés (1999-2003), integrado por PSOE, PSM, EU-EV y UM y que era muy reacio a la implantación de desaladoras, muy especialmente por el hecho de que la consellera de Medio Ambiente, Margalida Rosselló (Els Verds) no era partidaria de este tipo de infraestructuras.
Sin embargo, en la actualidad el Ministerio de Medio Ambiente, gestionado también por los socialistas, ve con buenos ojos las desaladoras y ha firmado un convenio con el Govern para instalar cuatro de estas infraestructuras en Baleares (dos en Mallorca, una en Menorca y otra en Eivissa).
La IV conferencia sobre la gestión del agua Aqua 2007 contó con la participación de numerosos especialistas en la gestión del abastecimiento de agua por parte de las administraciones públicas. Dos temas centraron la jornada del jueves: la desalación y la depuración de aguas.
En este último campo, otro técnico del Ministerio de Medio Ambiente, el jefe del Servicio de Estudios y Proyectos de la Dirección de Agua, Ramón Barro, también tuvo buenas palabras para la gestión del Govern. Según su punto de vista, las Islas son una comunidad «puntera» en depuración del agua al haber combinado la redacción de «un plan de saneamiento con la imposición de un cánon y la creación de una empresa pública que garantice la buena gestión del agua».
En este mismo sentido, la gerente de la Agencia Balear del Agua del Govern, Bàrbara Mestre, destacó que Baleares ocupa el segundo lugar en el ranking de comunidades autónomas a la hora de cumplir la normativa europea de depuración del agua. Concretamente, el Archipiélago se ajusta en un 98% a las exigencias de la UE, con lo que prácticamente empata con la comunidad situada en el primer lugar de la clasificación: Navarra.
Durante las sesiones de Aqua 07 también intervino el director gerente de Emaya, Arturo Cadenas, quien informó sobre el cumplimiento de los objetivos fijados en 1994 por el Plan de Regeneración de aguas depuradas de Palma, un «plan que viene sigfnificando, desde hace años, un paulatino ahorro en el consumo de agua potable en servicios municipales, estando próximos a alcanzar los cinco millones de metros cúbicos por año, lo que equivaldría a un 20% del suministro de agua de calidad en Palma».
Además, insiste en que la desalación de agua «no produce gases de efecto invernadero» y que son las plantas generadoras de energía eléctrica las responsables, en todo caso, de reducir las emisiones contaminantes. «Son ellos los que se tienen que poner las pilas, no nosotros», sostiene el especialista, que participó el pasado jueves en la IV conferencia sobre la gestión del agua Aqua 2007.
Torres, que es el encargado del área de Calidad del Cedex -organismo dependiente del Ministerio de Medio Ambiente- destacó también en declaraciones a los medios de comunicación que con la puesta en marcha de las nuevas desaladoras, financiadas por el Gobierno central y el Ejecutivo de las Islas, «Baleares se pone en la cresta de la ola de la desalación».
Incluso fue un poco más allá al afirmar que «cuando Baleares culmine su proyecto integral de gestión del agua, el Archipiélago tendrá un sistema que le bilindará frente a cualquier sequía, la garantía será absoluta».
«Muy bien pensado»
Torres, que es el director de obra por parte del Ministerio en la construcción de las cuatro nuevas desaladoras de Baleares, enfatizó que «fue Jaume Matas quien impulsó esta propuesta para asegurar el abastecimiento de agua en Baleares», tras lo que añadió que «se trata de un conjunto de actuaciones muy bien pensadas».
Las declaraciones de este especialista contrastan con la actitud del Govern del Pacte de Progrés (1999-2003), integrado por PSOE, PSM, EU-EV y UM y que era muy reacio a la implantación de desaladoras, muy especialmente por el hecho de que la consellera de Medio Ambiente, Margalida Rosselló (Els Verds) no era partidaria de este tipo de infraestructuras.
Sin embargo, en la actualidad el Ministerio de Medio Ambiente, gestionado también por los socialistas, ve con buenos ojos las desaladoras y ha firmado un convenio con el Govern para instalar cuatro de estas infraestructuras en Baleares (dos en Mallorca, una en Menorca y otra en Eivissa).
La IV conferencia sobre la gestión del agua Aqua 2007 contó con la participación de numerosos especialistas en la gestión del abastecimiento de agua por parte de las administraciones públicas. Dos temas centraron la jornada del jueves: la desalación y la depuración de aguas.
En este último campo, otro técnico del Ministerio de Medio Ambiente, el jefe del Servicio de Estudios y Proyectos de la Dirección de Agua, Ramón Barro, también tuvo buenas palabras para la gestión del Govern. Según su punto de vista, las Islas son una comunidad «puntera» en depuración del agua al haber combinado la redacción de «un plan de saneamiento con la imposición de un cánon y la creación de una empresa pública que garantice la buena gestión del agua».
En este mismo sentido, la gerente de la Agencia Balear del Agua del Govern, Bàrbara Mestre, destacó que Baleares ocupa el segundo lugar en el ranking de comunidades autónomas a la hora de cumplir la normativa europea de depuración del agua. Concretamente, el Archipiélago se ajusta en un 98% a las exigencias de la UE, con lo que prácticamente empata con la comunidad situada en el primer lugar de la clasificación: Navarra.
Durante las sesiones de Aqua 07 también intervino el director gerente de Emaya, Arturo Cadenas, quien informó sobre el cumplimiento de los objetivos fijados en 1994 por el Plan de Regeneración de aguas depuradas de Palma, un «plan que viene sigfnificando, desde hace años, un paulatino ahorro en el consumo de agua potable en servicios municipales, estando próximos a alcanzar los cinco millones de metros cúbicos por año, lo que equivaldría a un 20% del suministro de agua de calidad en Palma».