Assumption to avoid drought

Mon, 26/02/2007

Noticias de Gipuzkoa

¿Qué ocurriría si el embalse de Barrendiola, tal y como está en la actualidad, siguiera la misma evolución que en 1995, año históricamente seco? 'En octubre estaría vacío', asevera tajantemente el director de Producción y Explotación del Consorcio de Aguas de Gipuzkoa, Jose Saizar, mientras observa el ordenador donde se simula esta probabilidad. 'Hacer supuestos es la clave a la hora de realizar el seguimiento de los embalses', apunta el técnico. Estas predicciones permiten tomar decisiones para realizar trasvases y evitar que en otoño haya problemas de escasez de agua. A diario, los operarios del Consorcio guipuzcoano de Aguas recogen datos sobre cada uno de los seis pantanos que dependen de este organismo: Urkulu y Aixola, en la cuenca del Deba, Barrendiola e Ibai-Eder, en la cuenca del Urola, y Arriaran y Lareo, en Goierri. A estos se unen el Añarbe, que abastece la comarca de Donostialdea, y Endara, en Navarra y dependiente de la Mancomunidad de Txingudi. Con la información obtenida se crea una base de datos que permite comparar la evolución de los embalses con años anteriores, tanto húmedos como secos. Gracias también a esta documentación, Saizar puede afirmar que, históricamente, 'los años secos en Gipuzkoa han sido '1989-90, 1995-96, y 2006-2007'. 'Es curioso, pero estos periodos se dan, aproximadamente, cada cinco años', añade al respecto. tres periodos Para realizar el seguimiento de los embalses hay que tener en cuenta tres épocas. De diciembre a mayo es la época de llenado. En esta etapa es muy importante controlar el comportamiento del embalse, porque si no alcanza la cota de llenado suficiente para el abastecimiento, a la larga habrá problemas. Entre junio y octubre, los embalses dibujan una línea descendente, es decir, la cantidad de agua embalsada disminuye progresivamente, aunque en esta época no hay restricciones. Pero es entre octubre y diciembre cuando suelen ocurrir las dificultades con la escasez de agua. 'Lo más importante es procurar que entre enero y junio el embalse se mantenga lleno', asevera. trasvase de agua En el caso de que el año pluvial sea seco, los embalses del Consorcio tienen la posibilidad de hacer trasvases de agua entre sí para asegurar el abastecimiento de la población. En la cuenca del Deba están conectados Urkulu y Aixola. En el caso del Urola, Barrendiola, que tiene una capacidad de sólo 1,48 hectómetros cúbicos puede recibir agua de Ibai Eder, que posee una capacidad de 11,3 hectómetros cúbicos. 'Es una obra que se está ejecutando para bombear agua desde Azpeitia hasta Legazpi', apunta. Más curiosa es la unión entre Arriaran y Lareo. El primero está situado en una zona con escasas precipitaciones, 'por lo que es muy problemático', mientras que el segundo se ubica en la región donde 'más llueve'. 'El objetivo es unir ambos embalses con una obra nueva, porque ahora trasvasamos agua de uno al otro por una tubería antigua'. 'Dependiendo de la zona en la que estemos, podemos tener una situación de emergencia o no, por eso comparamos con las fechas históricas de cada pantano', señala Saizar. Urkulu, el embalse de mayor capacidad de los que dependen del Consorcio, no se vacía, ya que en los años históricamente secos, apenas baja de la mitad de su capacidad. Por ejemplo, para que este embalse se vaciara por completo debería soportar dos años climatológicos consecutivos muy secos. 'Tal y como está ahora hacemos que el programa simule su comportamiento siguiendo las pautas de lo que ocurrió en 1995. Así, a 31 de diciembre tendría todavía 2 hectómetros cúbicos, es decir, estaría al 20%', explica. Contaría con una autonomía de cuatro meses. Si al año siguiente se repitiera la misma evolución, en noviembre estaría totalmente vacío y en septiembre habrían comenzado los problemas. No obstante, en la actualidad los embalses se encuentran altos, ya que las nevadas caídas a finales de enero les permitieron recuperarse tras una parcial sequía previa. Así, Barrendiola y Lareo se encontraban esta semana al 100% de su capacidad, Aixola al 80%, Urkulu al 65%, Ibai-Eder al 58% y Arriaran al 53%.
Los problemas de abastecimiento se suelen dar a partir de octubre si no llueve entre diciembre y mayo
Las nevadas que cayeron a finales de enero llenaron los embalses tras una parcial sequía previa