(EUROPA PRESS) -

El director del Instituto Euromediterráneo de Hidrotecnia, Francisco Cabezas, manifestó hoy, antes de intervenir ante la Comisión Especial por el Pacto del Agua de la Asamblea Regional, que si no se logra un trasvase entre cuencas "que proporcione recursos abundantes en cantidad y calidad y a precio asequible, el sector agrícola se verá abocado a una crisis, a una contracción muy acusada y probablemente irreversible".

Cabezas, que fue uno de los adalides del PHN y del trasvase del Ebro, se mostró pesimista respecto al futuro agrícola en la Región y alertó de que las soluciones que se dibujan en el horizonte, "abocan a un cambio de modelo y desarrollo" en el que la agricultura no parece tener cabida.

Asimismo, Cabezas mostró su preocupación por la sobreexplotación de los acuíferos subterráneos a los que ha habido que recurrir ante la derogación parcial del PHN. "El trasvase del Ebro era la solución a ese problema, porque permitía sustituir unos recursos que se agotan por otros de calidad asimilable", apostilló.

No ocurre eso, a su juicio, con "otras alternativas planteadas" que no responden a las necesidades agrícolas, en referencia a la desalación.

Por eso, introdujo en diagnóstico desfavorable "porque a las cuestiones derivadas de la sobreexplotación se unen los problemas del Tajo-Segura y otras cuestiones relacionadas con el mercado de los productos agrícolas.

Para Cabezas, la desalación sólo debe ser un ingrediente parcial para resolver el problema global. "Genera recursos válidos para solucionar de manera rápida y eficaz necesidades muy localizadas cuyos beneficiarios pueden pagar precios altos. Además, su operatividad se circunscribe a las zonas costeras", apuntó.



Por el contrario, "no es válida para necesidades masivas que se generan en grandes extensiones como ocurre en la agricultura", aseveró Cabezas, sino "para urbanizaciones, consumo urbano y determinadas industrias".

"GOLPE DE TIMÓN".

Por su parte, el presidente de Proexport, Miguel Durán, consideró el trasvase del Ebro como "la solución ideal" a los problemas de escasez de agua en el campo de la Región de Murcia y advirtió de que, desde que se consumó su derogación, "la actividad agraria no ha dejado de bajar, con la consiguiente pérdida de competitividad en los mercados y de empleo".

Durán, que compareció también ante la Comisión Especial por el Pacto del Agua en la Asamblea Regional, consideró que los problemas de la agricultura, "que es una de las actividades que más PIB aporta", sólo se solucionan "con la aportación externa de agua de otras cuencas", entre las que la del Ebro es la más favorable.

Por eso, pidió un acuerdo que, al margen de partidismo, se base en el consenso y permita "un golpe de timón en favor del sector agrario". De lo contrario, a su juicio, la situación del campo solo puede entrar en "más problemas".