Los humedales aragoneses son zonas muy vulnerables a los efectos de la sequía. Ya que la escasez de lluvias se traduce en una disminución de la cantidad de agua, tanto superficial como subterránea, y una alteración de la calidad de la misma. Además, la menor aportación hídrica genera unos efectos indirectos sobre los ecosistemas asociados, fundamentalmente fauna y flora. Así lo prevé ya el borrador sobre el Informe de Sostenibilidad Ambiental que del plan especial de actuación para las situaciones de sequía ha elaborado la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), que estudia las medidas a tomar para minimizar precisamente estos efectos, al considerar las zonas húmedas como de mayor relevancia.
Y es que los humedales --que ayer celebraron su Día Mundial-- constituyen uno de los ecosistemas de mayor valor medioambiental. De ahí la importancia que adquieren en dicho informe. Más aún cuando solo en Aragón existen 275 zonas incluidas en el Inventario de Humedales de la comunidad (elaborado por el Gobierno de Aragón en el 2004), dos de ellas de alta importancia ecológica internacional, como son las recientemente declaradas reservas naturales de la Laguna de Gallocanta y las Saladas de Chiprana.
AUMENTO DE LA CONCIENCIACIÓN Si durante años, estos lugares han sido considerados como zonas insalubres e improductivas, de un tiempo a esta parte, "la concienciación por recuperarlos es muy amplia, convirtiéndose en auténticos símbolos de biodiversidad y Medio Ambiente", afirman Rogelio Galván, técnico de la Oficina de Planificación Hidrológica de la CHE, y Javier San Román, jefe de servicio de Aguas Subterráneas.
Estos expertos explican que la mayoría, si no todos, los humedales de Aragón están relacionados con las aguas subterráneas, "por lo que la sequía se notará menos que, por ejemplo, en los ríos" .
La rápida regresión que durante el presente siglo han sufrido los humedales de todo el mundo, en extensión y calidad ambiental, ha ocurrido también en España. Se estima que el 60% de los humedales españoles ha desaparecido en los últimos 40 años.
Por ello toda precaución es poca. "Ya de por sí, la aridez es uno de los principales rasgos que definen el clima en el centro de la cuenca del Ebro. Y las medidas de conservación y protección van encaminadas a regular los bombeos de los acuíferos y aguas subterráneas", añaden, recordando que en algunos humedales ya no se admiten nuevas concesiones para evitar la sobreexplotación.
GALLOCANTA El propio informe de sostenibilidad ambiental del plan contra la sequía detalla las posibles afecciones a los humedales incluidos en el convenio Ramsar, protegidos por su importancia internacional.
"Gallocanta está muy adaptada a la sequía debido a su ciclo climático y a su orografía, por lo que las afecciones serán muy pequeñas. El valor ambiental de esta laguna es precisamente su valor como ejemplo de lago salado, que en épocas de prolongada sequía se queda sin lámina de agua aparente, y a veces completamente seca y cubierta por una costra de sal", insisten estos técnicos del organismo de cuenca.
"Hay que recordar que también hay humedales que han cambiado su ciclo natural por los retornos de regadío, de manera que ahora tienen agua de forma permanente", añaden. Gallocanta aprobó recientemente, tras décadas de negociación, su Plan de Ordenación de Recursos Naturales (PORN). Y es que la laguna destaca también por las concentraciones de grullas, que alcanzan los 60.000 ejemplares.

ACTIVIDADES Con motivo de el día mundial de las zonas húmedas este fin de semana se celebrarán varias actividades. En Gallocanta, hoy a las 9.30 horas, partirá de la localidad de Las Cuerlas un recorrido interpretativo hacia La Reguera, realizando observaciones de fauna. A las 16 horas, comenzará un recorrido desde el centro de interpretación de la laguna, en la carretera de Bello a Tornos. El recorrido se repetirá mañana.
En Sariñena, existirá un punto de observación e información sobre el espacio natural.