La Comunidad de Madrid llevará a cabo los próximos cuatro años un plan artificial de recarga de acuíferos que evite que haya que desembalsar y "desaprovechar el agua sobrante" de las últimas lluvias caídas en la región, donde los embalses se encuentran al 62,7% de su capacidad.
Así lo anunció hoy la presidenta regional, Esperanza Aguirre, en el transcurso de un desayuno informativo donde explicó que con este plan, que costará 15 millones de euros, se pretende "inyectar" a los 77 pozos subterráneos que hay en la Comunidad de Madrid "el agua sobrante" que almacenan los embalses "para no desaprovechar nada".
Aguirre dijo que este plan se ejecutará hasta que los acuíferos "hayan completado su capacidad de recarga", un proceso que, indicó, tiene unos cuatro años de duración.
Esta actuación, continuó la presidenta, evitará que suceda de nuevo lo que ocurrió el año 2004, cuando en circunstancias hidrológicas similares a las de hoy, se desembalsaron 300 hectómetros cúbicos de agua excedente -la mitad del consumo anual de la región- y luego hubo que declarar restricciones cuando sobrevino la sequía.
Aguirre recordó que las limitaciones de superficie de la Comunidad impiden construir nuevas infraestructuras para almacenar agua y por ello insistió en la necesidad de "inyectar" caudal a los acuíferos en un momento en que, dijo, "los embalses madrileños están a punto" de soltar excedente.
Anunció que para poner en marcha este plan "hemos acudido a donde mejor conocen este tema", la empresa pública israelí Mekorot, cuyos expertos visitaron la Comunidad la semana pasada y firmaron un convenio de colaboración con el Gobierno regional para este fin.
Fuentes de la Comunidad explicaron que el plan de recarga de acuíferos se llevará a cabo en tres fases, la primera de las cuales tendrá carácter de experiencia piloto, durará de seis meses a un año y consistirá en inyectar 50 litros de agua por segundo en tres pozos de la región.
En la segunda, se acondicionarán 20 pozos para recargarlos con entre 20 y 30 hectómetros cúbicos de agua durante un año y la tercera, consistirá en la construcción de nuevos pozos durante un período de dos a tres años.
En su intervención, la presidenta reiteró que el agua y la garantía de abastecimiento por parte del Gobierno central es "fundamental" para Madrid "si queremos seguir siendo una región pujante".
Por ello, lamentó que "mientras los madrileños ahorramos hasta la última gota de agua" el Ministerio de Medio Ambiente "paraliza el trasvase del Ebro" y permite que se "vierta al mar sin provecho 8.700 hectómetros cúbicos" de caudal de este río, "14 veces más de lo que consume nuestra región durante todo un año", afirmó.