Galicia suffers the worse floods of the last years

Wed, 29/11/2006

Heraldo de Aragón

Nueve horas de lluvia torrencial sin interrupción, que llegó a los cien litros por metro cuadrado en muchos puntos, unida a la pleamar en la costa y a las secuelas de los incendios forestales del pasado verano provocaron en la madrugada del martes una de las mayores inundaciones que se recuerdan en Galicia .



La provincia de Pontevedra fue de nuevo la más perjudicada, sobre todo la comarca de O Salnés, cuya capital, Vilagarcía, amaneció completamente inundada por el desbordamiento del río de O Con. Las pérdidas, aún sin cuantificar, son elevadas y ya el presidente de la Xunta, Emilio Pérez Touriño, anunció que se ampliarán los fondos destinados a paliar los daños de las anteriores inundaciones para dar cabida a las actuales.



Además, el exceso de agua dulce ha afectado otra vez a los bancos marisqueros de las Rías Baixas, donde la mortandad de almeja y berberecho ha sido elevada, después de haber sufrido ya el mes pasado los aluviones de lodos y cenizas procedentes de los montes calcinados en el verano.



En algunos puntos de la comarca pontevedresa de Arousa, por donde O Salnés -cuna del afamado vino Albariño- se asoma al Atlántico, el agua superó el metro y medio de altura, inundando garajes, establecimientos y casas. En toda la franja costera gallega se derrumbaron puentes, se hundieron carreteras, cayeron muros e, incluso, se desplomaron viviendas.



La tromba de agua, que se prolongó durante nueve horas, dejó incomunicados villas y pueblos, cortó el suministro de energía eléctrica, y algunas localidades, como Baiona (Pontevedra) o Cee (La Coruña), sufrieron por tercera vez en lo que va de otoño graves inundaciones. En estas dos localidades, la voracidad urbanística aparece como la causa principal de los daños: en Cee, un relleno urbanizado en el fondo de la ría ha sido reclamado por el mar y todo lo construido ha sido inundado en las últimas semanas.