ONU alert of disastrous effects of climatic change in Africa
Mon, 06/11/2006
El cambio climático se cebará con el continente más pobre del planeta. Así lo puso ayer de manifiesto el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (UNEP) en un informe que empeora las previsiones sobre el efecto del calentamiento en África. El aumento de las sequías disminuirá las cosechas en al menos un 5%; la pérdida de nieves en el Kilimanjaro reducirá el acceso al agua, y los africanos tendrán que adaptar los cultivos. En total, 480 millones de africanos pueden tener problemas de acceso al agua en 20 años, algo que, según los expertos, estimulará aún más la emigración.
'En el Sahel, las lluvias han disminuido un 25% durante los últimos 30 años; en el África tropical, las precipitaciones han caído un 2,4% cada década. Las sequías han afectado especialmente al Sahel, el cuerno de África y Sudáfrica desde los 60', señala el informe del Grupo de Trabajo Regional sobre Adaptación al cambio climático en África, hecho público ayer.
El estudio destaca que el descenso de precipitaciones en algunas partes de África y el aumento de las sequías es especialmente preocupante en un continente cuyo suministro de agua 'depende en un 95% de la lluvia' ya que apenas hay pantanos ni infraestructuras. El efecto más preocupante se dará en la agricultura, que supone un 30% del producto interior bruto de los países subsaharianos y el 55% de las exportaciones de todo el continente.
El estudio señala que la producción de cereales caerá un 5% en 2080 y que ya se observan desplazamientos de cultivos hacia latitudes más óptimas. Además, 600.000 kilómetros cuadrados de tierra considerada actualmente como cultivable pasará a ser casi un desierto. mientras, 80.000 kilómetros mejorarán su capacidad para albergar cultivos.
Esto es así porque los modelos predicen reducción de lluvias en unas zonas y aumento en otras. El estudio de la ONU explica que en el norte de África habrá una reducción de lluvias de entre 10% y 60% en primavera y aumentos de entre el 10% y el 35% en África Occidental, en otoño. El resultado es que 'en 2025, unos 480 millones de africanos vivirán con problemas de agua potable'. En general, aumentarán las inundaciones y las sequías y con ellas las hambrunas.
'Ya hay impacto en los montes de Kenia y en el Kilimanjaro, cuyos glaciares y agua de deshielo son una importante fuente de agua en la zona', explicó el secretario general de la organización Meteorológica Mundial, Michel Jarraud. El Kilimanjaro, que quiere decir 'monte de las nieves' puede quedar libre de hielo en verano, en unas décadas, y el descenso ya es apreciable a simple vista.
El calentamiento se produce por la acumulación en la atmósfera de gases de efecto invernadero, como el dióxido de carbono. Estos gases proceden de la quema de combustibles fósiles, como el carbón y el petróleo. Su concentración en la atmósfera oscilaba entre 200 y 300 partes por millón pero en 2005 ya alcanzó las 379.1 partes por millón y sigue subiendo. Estos gases frenan la salida del calor que emite la Tierra y calientan el planeta.
La temperatura aumentó en 0,7 grados en África durante el siglo XX con los años más cálidos en los 90. Al final del XXI la temperatura puede subir entre dos y seis grados.
La subida del nivel del mar prevista para el siglo XXI colocará a 70 millones de africanos en riesgo en 2080, frente al millón que ya lo estaba en 1990. 'Un 30% de las infraestructuras costeras de África estará en peligro , incluyendo los asentamientos del Golfo de Guinea, Senegal, Gambia, Egipto y ciudades como Ciudad del Cabo (Suráfrica), Maputo (Mozambique) o Dar Es Salam (Tanzania)', según el estudio. Una subida de un metro afectaría al turismo en Alejandría (Egipto) y pondría en serio peligro a la capital económica de Nigeria, Lagos.
El impacto del cambio climático será también enorme en la naturaleza: 'En 2080, entre el 25% y el 40% de los hábitat de especies podrían haberse perdido'aunque las enfermedades como la malaria se extenderán.
Los expertos señalan que el cambio climático no es la principal causa de la emigración masiva que vive África, pero las sequías y la pérdida de cultivos favorecerá aún más este fenómeno.
'En el Sahel, las lluvias han disminuido un 25% durante los últimos 30 años; en el África tropical, las precipitaciones han caído un 2,4% cada década. Las sequías han afectado especialmente al Sahel, el cuerno de África y Sudáfrica desde los 60', señala el informe del Grupo de Trabajo Regional sobre Adaptación al cambio climático en África, hecho público ayer.
El estudio destaca que el descenso de precipitaciones en algunas partes de África y el aumento de las sequías es especialmente preocupante en un continente cuyo suministro de agua 'depende en un 95% de la lluvia' ya que apenas hay pantanos ni infraestructuras. El efecto más preocupante se dará en la agricultura, que supone un 30% del producto interior bruto de los países subsaharianos y el 55% de las exportaciones de todo el continente.
El estudio señala que la producción de cereales caerá un 5% en 2080 y que ya se observan desplazamientos de cultivos hacia latitudes más óptimas. Además, 600.000 kilómetros cuadrados de tierra considerada actualmente como cultivable pasará a ser casi un desierto. mientras, 80.000 kilómetros mejorarán su capacidad para albergar cultivos.
Esto es así porque los modelos predicen reducción de lluvias en unas zonas y aumento en otras. El estudio de la ONU explica que en el norte de África habrá una reducción de lluvias de entre 10% y 60% en primavera y aumentos de entre el 10% y el 35% en África Occidental, en otoño. El resultado es que 'en 2025, unos 480 millones de africanos vivirán con problemas de agua potable'. En general, aumentarán las inundaciones y las sequías y con ellas las hambrunas.
'Ya hay impacto en los montes de Kenia y en el Kilimanjaro, cuyos glaciares y agua de deshielo son una importante fuente de agua en la zona', explicó el secretario general de la organización Meteorológica Mundial, Michel Jarraud. El Kilimanjaro, que quiere decir 'monte de las nieves' puede quedar libre de hielo en verano, en unas décadas, y el descenso ya es apreciable a simple vista.
El calentamiento se produce por la acumulación en la atmósfera de gases de efecto invernadero, como el dióxido de carbono. Estos gases proceden de la quema de combustibles fósiles, como el carbón y el petróleo. Su concentración en la atmósfera oscilaba entre 200 y 300 partes por millón pero en 2005 ya alcanzó las 379.1 partes por millón y sigue subiendo. Estos gases frenan la salida del calor que emite la Tierra y calientan el planeta.
La temperatura aumentó en 0,7 grados en África durante el siglo XX con los años más cálidos en los 90. Al final del XXI la temperatura puede subir entre dos y seis grados.
La subida del nivel del mar prevista para el siglo XXI colocará a 70 millones de africanos en riesgo en 2080, frente al millón que ya lo estaba en 1990. 'Un 30% de las infraestructuras costeras de África estará en peligro , incluyendo los asentamientos del Golfo de Guinea, Senegal, Gambia, Egipto y ciudades como Ciudad del Cabo (Suráfrica), Maputo (Mozambique) o Dar Es Salam (Tanzania)', según el estudio. Una subida de un metro afectaría al turismo en Alejandría (Egipto) y pondría en serio peligro a la capital económica de Nigeria, Lagos.
El impacto del cambio climático será también enorme en la naturaleza: 'En 2080, entre el 25% y el 40% de los hábitat de especies podrían haberse perdido'aunque las enfermedades como la malaria se extenderán.
Los expertos señalan que el cambio climático no es la principal causa de la emigración masiva que vive África, pero las sequías y la pérdida de cultivos favorecerá aún más este fenómeno.