La agricultura castellonense ha dejado
paulatinamente los métodos tradicionales de riego y ha acometido una importante reconversión hacia el ahorro de agua. Según datos de la Conselleria de Agricultura, actualmente tiene instalado el riego por goteo el 68% de la superficie de cultivo y el 80% de la citricultura.
La implantación de este sistema, que ha supuesto la instalación de 340 kilómetros de conducciones, ha permitido aumentar en 1,6 hectómetros cúbicos la capacidad de almacenamiento de las balsas de riego. Además, se reutilizan siete hectómetros cúbicos al año de aguas residuales procedentes de estaciones depuradoras.
Una de las principales obras impulsada este año por el sector agrícola ha sido la implantación del riego localizado en 1.350 hectáreas de la zona de la comunidad de regantes de Nules-Mascarell. También se han aprobado 18 nuevas actuaciones, con un coste superior a 19,3 millones de euros, que beneficiarán a 3.491 agricultores. Entre ellas, los pozos y conducciones para reconvertir la agricultura tradicional de secano del Alto Palancia a regadío, lo que permitirá asegurar y aumentar la producción.
Además, están en marcha otras siete actuaciones, en las comarcas del Baix Maestrat, Plana Alta y Plana Baixa, con un coste superior a los 8,1 millones de euros. Estas obras van a permitir disponer de riego localizado en 1.629 hectáreas y construir embalses con capacidad para almacenar 12.355 metros cúbicos de agua. También se prevén actuaciones para la modernización de las infraestructuras agrarias en Onda, Moncofa, Gaibiel, Fanzara, Bejís, Algimia de Almonacid, Fuentes de Ayódar, Montán, Segorbe, la Serra d'en Galceran y en el pantano de Torás.