Zebra Mussel invade Imperial Canal

Wed, 01/11/2006

Heraldo de Aragón

La aparición de mejillones cebra adultos en El Burgo de Ebro ha confirmado lo que los científicos daban por hecho desde hace semanas: que, en su avance imparable por toda la cuenca, la plaga ya ha infestado el Canal Imperial. Los animales fueron detectados el pasado viernes es un tanque de agua que se nutre directamente de ese cauce artificial, pero fue a comienzos de esta semana cuando técnicos del Servicio Provincial de Medio Ambiente confirmaron el hallazgo.



Nada más conocer la noticia, los responsables del abastecimiento de agua de boca al casco urbano de El Burgo acudieron a revisar los depósitos municipales. Como era de esperar, una simple inspección visual bastó para encontrar un mejillón adulto, lo que demuestra que esos tanques también han sido invadidos por el molusco.



Además, y por si no hubiera bastantes indicios, fuentes de la Confederación Hidrográfica del Ebro anunciaron ayer que los análisis efectuados en el Canal Imperial a la altura de Zaragoza -junto a la potabilizadora de Casablanca- han detectado larvas de mejillón cebra, aunque los técnicos están a la espera de nuevas analíticas que confirmen esos primeros resultados.



A falta de ese trámite, es un hecho que la plaga ha empezado a colonizar el tramo final del Canal. Eso significa que no hay razones para pensar que el resto de sus 108 kilómetros de cauce no están invadidos, lo que además de provocar gravísimos daños ambientales y económicos podría exterminar la mayor población mundial de otro molusco de agua dulce que, a diferencia del mejillón, se encuentra en peligro de extinción: la margaritífera auricularia.

Individuos sueltos



Los depósitos de El Burgo en los que de encontraron los primeros ejemplares pertenecen a la urbanización Virgen de la Columna, que los utiliza para regar jardines. Las instalaciones toman del agua de una acequia del Canal y la llevan a un pequeño tanque desde donde la distribuyen en dos vasos con capacidad para dos millones de litros. En el depósito de distribución aparecieron 11 mejillones adultos, en uno de los tanques grandes no se detectó nada -si los hay, pasaron inadvertidos- y en el otro también se han encontrado animales sueltos fijados a las paredes y a una tubería.



En cuanto a las instalaciones municipales, que también se abastecen del Canal Imperial, la primera inspección visual halló un solo animal adulto pegado a una soga sumergida. El Ayuntamiento burgolés ha decidido bajar el nivel del agua para ver si aparecen más mejillones, pero de momento la balsa no puede vaciarse porque el próximo lunes tendrá lugar uno de los dos cortes anuales del Canal.



Ambas instalaciones se limpian periódicamente, por lo que todo apunta a que el molusco las ha colonizado en el último año. Al tratarse de masas de agua remansada, ofrecen las condiciones ideales para que las larvas del molusco que descienden por el Canal Imperial se instalen en ellas.



Los expertos consultados por este periódico dan por seguro que la plaga ha llegado ya a todos los depósitos de este tipo que existen en el Canal -industrias, abastecimientos, balsas de riego...-. Además, consideran muy probable que también se haya extendido por muchos tramos del cauce.



La evolución de la plaga



Los últimos hallazgos ponen de manifiesto que la expansión del mejillón cebra afecta ya a todo el río Ebro, a cinco de sus afluentes -el Arga, el Huerva, el Ésera, el Guadalope y el Segre- y a dos de los principales canales de la cuenca -el Imperial y el de Aragón y Cataluña-. Sin embargo, hace apenas mes y medio se pensaba que la plaga sólo estaba presente en el Bajo Ebro.



El 14 de septiembre se supo que la especie había logrado saltar hasta uno de los embalses de cabecera, el de Sobrón. Probablemente lo hizo gracias a las embarcaciones, pero, independientemente de cuál fue el vector de contagio, las consecuencias de esa noticia serán desastrosas.



Una vez colonizada la parte alta del Ebro, nada impide que millones de larvas desciendan por el río y por el Canal Imperial buscando un lugar al que aferrarse para empezar a formar colonias de cientos de miles de ejemplares. De momento, se han encontrado individuos adultos cerca de Logroño y en El Burgo de Ebro, pero la presencia de larvas asegura que también hay mejillones en los afluentes ya mencionados -a mayor superficie infestada, mayor riesgo de que se produzcan nuevos contagios