Three throats dam is not the cause of the drought that suffers China
Wed, 25/10/2006
"La extraña sequía fue el resultado del calentamiento global y de circunstancias meteorológicas anormales", explicó Dong Wenjie, cuyo centro forma parte de la Administración Nacional de Meteorología.
Este verano, unos 18 millones de chinos padecieron las consecuencias de la escasez de agua potable en unas 15 provincias del país, que también afectó a más de 130 millones de hectáreas de cultivo y unas 17 millones de cabezas de ganado.
El área que más padeció la sequía fue la ribera del Yangtsé, donde se está finalizando la construcción de la presa, que en algunos puntos registró su nivel más bajo desde 1892.
Muchos atribuyeron entonces la sequía a los efectos de la faraónica obra, donde el agua ya sobrepasa los 150 metros y cuya construcción no ha estado exenta de polémica, con más de 1,3 millones de residentes desalojados durante las obras.
Las críticas han sido descartadas por la Academia China de Ciencias Sociales que considera que la presa tiene una influencia "minúscula" en su entorno ya que las variaciones de temperatura, humedad, vientos y nieblas registradas se circunscriben a un área de diez kilómetros a la redonda.
Según Dong, la presa eleva la temperatura 0,2 grados en una zona de unos dos kilómetros, y en verano la rebaja entre 0,9 y 1,2 grados centígrados.
Sin embargo, agregó el funcionario, el agua acumulada en una presa no tiene influencia significativa en el clima.
Dong aclaró que las precipitaciones sobre Sichuan y Chongqing de este verano fueron las más bajas de los últimos 55 años y que estuvieron causadas por varios factores, entre ellos las altas presiones sufridas en el océano Pacífico, que obstruyeron las corrientes de aire cálido y húmedo al suroeste de China.
Esta no es la primera crítica medioambiental referida a la presa de las Tres Gargantas, que comenzó a construirse en 1993 y cuya inauguración está prevista para 2008.
En septiembre pasado, los ecologistas advirtieron de que existen hasta el momento unos 200.000 metros cúbicos de basura acumulados por la corriente, que ponen en peligro la salud de los residentes de la ribera del Yangtsé.
Este verano, unos 18 millones de chinos padecieron las consecuencias de la escasez de agua potable en unas 15 provincias del país, que también afectó a más de 130 millones de hectáreas de cultivo y unas 17 millones de cabezas de ganado.
El área que más padeció la sequía fue la ribera del Yangtsé, donde se está finalizando la construcción de la presa, que en algunos puntos registró su nivel más bajo desde 1892.
Muchos atribuyeron entonces la sequía a los efectos de la faraónica obra, donde el agua ya sobrepasa los 150 metros y cuya construcción no ha estado exenta de polémica, con más de 1,3 millones de residentes desalojados durante las obras.
Las críticas han sido descartadas por la Academia China de Ciencias Sociales que considera que la presa tiene una influencia "minúscula" en su entorno ya que las variaciones de temperatura, humedad, vientos y nieblas registradas se circunscriben a un área de diez kilómetros a la redonda.
Según Dong, la presa eleva la temperatura 0,2 grados en una zona de unos dos kilómetros, y en verano la rebaja entre 0,9 y 1,2 grados centígrados.
Sin embargo, agregó el funcionario, el agua acumulada en una presa no tiene influencia significativa en el clima.
Dong aclaró que las precipitaciones sobre Sichuan y Chongqing de este verano fueron las más bajas de los últimos 55 años y que estuvieron causadas por varios factores, entre ellos las altas presiones sufridas en el océano Pacífico, que obstruyeron las corrientes de aire cálido y húmedo al suroeste de China.
Esta no es la primera crítica medioambiental referida a la presa de las Tres Gargantas, que comenzó a construirse en 1993 y cuya inauguración está prevista para 2008.
En septiembre pasado, los ecologistas advirtieron de que existen hasta el momento unos 200.000 metros cúbicos de basura acumulados por la corriente, que ponen en peligro la salud de los residentes de la ribera del Yangtsé.