Contradictory analysis question Umia river water quality
Sat, 14/10/2006
Más de 117.000 personas están afectadas por las consecuencias del incendio en Brenntag El alcalde de Vilagarcía, el socialista Javier Gago, dio orden de distribuir al mediodía de ayer un bando municipal en el que se informaba a los vecinos de que el agua de la traída no era apta para el consumo. El regidor tomó esa decisión después de que al mediodía la Delegación Provincial de Sanidade le informase por teléfono de que un análisis que se había hecho detectaba la concentración de una toxina por encima del límite permitido para el consumo humano. La toxina la provoca la presencia del alga que ya fue detectada en niveles altos hace unos días en Caldas y que dio lugar a que los vecinos de esta localidad lleven ya una semana sin poder consumir agua de la traída. Y aunque Sanidade también adelantó al alcalde que ya se había encargado un contraanálisis que se daría a conocer en la misma tarde de ayer, Gago optó por informar al momento a la ciudadanía, sin esperar a la segunda prueba. Los datos que provocaron la alarma se obtuvieron de una toma recogida en el punto del que se surte la traída de Vilagarcía el miércoles día 11. El análisis indicaba una concentración de Micricistis aeruginosa -provocada por un alga que prolifera sobre todo en las aguas estancadas- de 1,4 microgramos por litro, cuando el máximo permitido para el consumo es de 1 microgramo. Lo curioso es que un día antes, el martes 10, la empresa concesionaria del servicio en Vilagarcía había hecho otra prueba en la que la presencia de esa toxina era tan sólo de 0,4. Desde la Consellería de Sanidade se le indicó ayer al alcalde que no era normal que un parámetro se triplicara en menos de veinticuatro horas, por lo que se manejó como explicación más plausible que la apertura de las compuertas provocara que el alga del agua estancada en el embalse de Caldas bajara por el río. Ante esa preocupante presencia de la toxina, el Concello de Vilagarcía decidió mezclar el agua del Umia con la del embalse de Castroagudín, y la empresa concesionaria modificó el tratamiento del agua con componentes específicos para la microcistina. Por su parte, la Consellería de Sanidade decidió hacer un contraanálisis, además de tomar muestras en otros puntos de la comarca, por si la toxina se había extendido a otras localidades de O Salnés. El resultado del segundo análisis se dio a conocer sobre las siete de la tarde. Se hizo en un laboratorio de Santiago que no indica los niveles de concentración, pero sí si está o no dentro de los límites permitidos. Y dio negativo. Es decir, que en un solo día el agua de Vilagarcía pasó de ser apta por la mañana a perder esa condición por la tarde y recuperarla ya cerca de la noche.