Submarine Ebro transfer
Sat, 14/10/2006
El investigador e ingeniero industrial castellano-manchego Antonio Ibáñez de Alba propone un sistema de abastecimiento de agua a la Comunidad, Murcia y Almería que supondría la realización del derogado trasvase del Ebro, pero en el mar. Así, el agua submarina se captaría a entre 200 y 500 metros de la desembocadura del Ebro, con lo que se reduciría más de la mitad tanto el coste económico como el tiempo de ejecución del trasvase, según informa Ep.
Bajo la denominación de «Plan Hidrológico Marino», el ingeniero propone una canalización submarina hasta Castellón, Valencia, Alicante, Murcia y Almería, mediante unos 500 kilómetros de tuberías. Este método, según indica el experto en su informe, respeta la Ley de Costas y de Aguas, y la capa de agua superficial trasvasable es totalmente potable con un contenido de sal mínimo, por lo que el caudal sería apto para el regadío.
La profundidad del mar en las zonas previstas para el proyecto está comprendida entre los 20 y los 30 metros, por lo que el proyecto es, en opinión del ingeniero, perfectamente asumible para empresas españolas que disponen de técnicas para ello. Además, con este proyecto el tiempo de ejecución de la derivación de agua se reduce a la mitad, y no se produce ningún impacto ambiental, ni microclimas o daños ecológicos.
A vueltas con el Júcar-Vinalopó.
El eurodiputado del PP José Manuel García-Margallo presentó ayer una batería de preguntas a la Comisión Europea sobre el nuevo trazado del Júcar-Vinalopó, para que se compruebe si cumple las reglas sobre fondos europeos y la Directiva comunitaria sobre el agua.
García-Margallo consideró que el Gobierno podría haber incumplido sus obligaciones al no tener en cuenta las alegaciones de la Junta de Usuarios del Vinalopó y haber alterado las características del proyecto subvencionado, por lo que podría perder los 80 millones de euros consignados.
Bajo la denominación de «Plan Hidrológico Marino», el ingeniero propone una canalización submarina hasta Castellón, Valencia, Alicante, Murcia y Almería, mediante unos 500 kilómetros de tuberías. Este método, según indica el experto en su informe, respeta la Ley de Costas y de Aguas, y la capa de agua superficial trasvasable es totalmente potable con un contenido de sal mínimo, por lo que el caudal sería apto para el regadío.
La profundidad del mar en las zonas previstas para el proyecto está comprendida entre los 20 y los 30 metros, por lo que el proyecto es, en opinión del ingeniero, perfectamente asumible para empresas españolas que disponen de técnicas para ello. Además, con este proyecto el tiempo de ejecución de la derivación de agua se reduce a la mitad, y no se produce ningún impacto ambiental, ni microclimas o daños ecológicos.
A vueltas con el Júcar-Vinalopó.
El eurodiputado del PP José Manuel García-Margallo presentó ayer una batería de preguntas a la Comisión Europea sobre el nuevo trazado del Júcar-Vinalopó, para que se compruebe si cumple las reglas sobre fondos europeos y la Directiva comunitaria sobre el agua.
García-Margallo consideró que el Gobierno podría haber incumplido sus obligaciones al no tener en cuenta las alegaciones de la Junta de Usuarios del Vinalopó y haber alterado las características del proyecto subvencionado, por lo que podría perder los 80 millones de euros consignados.