El Gobierno griego declaró este lunes el estado de emergencia en varias regiones del norte y la franja central del país después de que las lluvias torrenciales registradas en las últimas horas provocasen inundaciones que han dañado cientos de casas, han destruido cosechas y han obligado a evacuar algunos pueblos.
A última hora del lunes, las medidas de emergencia fueron ampliadas a la ciudad de Volos poco después de que las autoridades alertasen de que las tormentas se dirigían al sur del país, donde se encuentra la capital, Atenas.
Pese a que no se han registrado muertes, ya se han denunciado casos de desapariciones. Así, en la región del Peloponeso, un conductor de 25 años permanece desaparecido después de que su coche fuese arrastrado por las aguas acumuladas durante el fin de semana.
El primer ministro griego, Costa Karamanlis, viajó este lunes a las regiones más golpeadas por las inundaciones y a la ciudad de Tesalónica, al norte del país heleno.
"Habrá indemnizaciones inmediatas para reconstruir todas las casas", dijo después de inspeccionar los daños sufridos en algunos poblados en compañía de los ministros de Agricultura y de Interior.
"Todas las áreas dañadas ya han sido declaradas en estado de emergencia para que las víctimas de las inundaciones puedan recibir pleno apoyo desde el punto de vista legal", agregó.
Tesalónica recibió este fin de semana más lluvia que en el mes de octubre entero de años anteriores, según han reflejado en sus paginas algunos medios locales.
En total, más de 200 casas han quedado inundadas en un pequeño poblado situado aproximadamente a 80 kilómetros al este de Tesalónica, donde se impuso el estado de emergencia en primer lugar.