Spain designs a plan to combat climatic change.
Sat, 07/10/2006
A. ACOSTAMADRID. El Consejo de Ministros analizó ayer el Plan Nacional de Adaptación al Cambio Climático, que evaluará el impacto del calentamiento global en los recursos hídricos, la biodiversidad y
MADRID. El Consejo de Ministros analizó ayer el Plan Nacional de Adaptación al Cambio Climático, que evaluará el impacto del calentamiento global en los recursos hídricos, la biodiversidad y las zonas costeras. En este sentido, la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, señaló que el cambio climático «es uno de los mayores desafíos mundiales de nuestro tiempo». Y advertía que precisamente «España es un país muy vulnerable porque la mayor parte del territorio se asoma al mar, y se encuentra en la frontera de la Europa verde y la zona seca africana».
La vicepresidenta explicó que «aunque la estrategia ante el cambio climático tiene que ser a nivel mundial, necesitamos una referencia propia, que es la que prevé este plan nacional», informa Efe. Así, la elaboración de los escenarios climáticos regionales es un pilar fundamental de este plan. Para ello se tomará como referencia la Evaluación Preliminar de los Impactos del Cambio Climático en España, un trabajo en el que colaboraron más de 400 científicos y que estuvo coordinado por José Manuel Moreno, catedrático de Ecología de la Universidad de Castilla-La Mancha y director del capítulo sobre Europa del próximo informe del Panel Intergubernamental del Cambio Climático (IPCC), que verá la luz en el año 2007.
Impactos
El objetivo de esa investigación era poner en el contexto de España las previsiones de aumento de temperatura para este siglo realizadas por los expertos del IPCC para poder evaluar así los impactos y las zonas más vulnerables. Y las conclusiones a las que llegaron se referían a una subida del nivel del mar entre 10 y 68 centímetros para final de siglo, lo que significaría la pérdida de numerosas playas, sobre todo en el Cantábrico, y la inundación de los deltas del Ebro y Llobregat, la Manga del Mar Menor y la costa de Doñana; un aumento de la temperatura peninsular entre 3 y 7 grados centígrados, y un descenso de las aportaciones hídricas en régimen natural de entre un 5 y 14 por ciento para 2030.
Ahora, se trata de llevarlos a escala regional, de tal forma que se pueda proporcionar asistencia a todas aquellas Administraciones y organizaciones interesadas para evaluar los impactos del cambio climático en su área de interés. Así se podrá integrar la adaptación al cambio climático en la planificación de los distintos sectores socioeconómicos.
España es uno de los países pioneros en el establecimiento de un plan de este tipo en la Unión Europea, junto a Finlandia, Reino Unido, Dinamarca, Francia y Holanda.
Además de analizar los impactos en recursos hídricos, costas y biodiversidad, el nuevo plan va más allá en su evaluación. El sector agrícola, bosques, caza y pesca continental, zonas de montaña, suelos, pesca y ecosistemas marinos, transporte y salud humana serán objeto de distintas actuaciones.
En los últimos cien años, España se ha calentado un grado y medio, por encima del promedio global del calentamiento del planeta desde la revolución industrial, que ha sido de 0,6 grados centígrados, y también por encima de la media europea, que se ha situado en 0,95 grados.
MADRID. El Consejo de Ministros analizó ayer el Plan Nacional de Adaptación al Cambio Climático, que evaluará el impacto del calentamiento global en los recursos hídricos, la biodiversidad y las zonas costeras. En este sentido, la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, señaló que el cambio climático «es uno de los mayores desafíos mundiales de nuestro tiempo». Y advertía que precisamente «España es un país muy vulnerable porque la mayor parte del territorio se asoma al mar, y se encuentra en la frontera de la Europa verde y la zona seca africana».
La vicepresidenta explicó que «aunque la estrategia ante el cambio climático tiene que ser a nivel mundial, necesitamos una referencia propia, que es la que prevé este plan nacional», informa Efe. Así, la elaboración de los escenarios climáticos regionales es un pilar fundamental de este plan. Para ello se tomará como referencia la Evaluación Preliminar de los Impactos del Cambio Climático en España, un trabajo en el que colaboraron más de 400 científicos y que estuvo coordinado por José Manuel Moreno, catedrático de Ecología de la Universidad de Castilla-La Mancha y director del capítulo sobre Europa del próximo informe del Panel Intergubernamental del Cambio Climático (IPCC), que verá la luz en el año 2007.
Impactos
El objetivo de esa investigación era poner en el contexto de España las previsiones de aumento de temperatura para este siglo realizadas por los expertos del IPCC para poder evaluar así los impactos y las zonas más vulnerables. Y las conclusiones a las que llegaron se referían a una subida del nivel del mar entre 10 y 68 centímetros para final de siglo, lo que significaría la pérdida de numerosas playas, sobre todo en el Cantábrico, y la inundación de los deltas del Ebro y Llobregat, la Manga del Mar Menor y la costa de Doñana; un aumento de la temperatura peninsular entre 3 y 7 grados centígrados, y un descenso de las aportaciones hídricas en régimen natural de entre un 5 y 14 por ciento para 2030.
Ahora, se trata de llevarlos a escala regional, de tal forma que se pueda proporcionar asistencia a todas aquellas Administraciones y organizaciones interesadas para evaluar los impactos del cambio climático en su área de interés. Así se podrá integrar la adaptación al cambio climático en la planificación de los distintos sectores socioeconómicos.
España es uno de los países pioneros en el establecimiento de un plan de este tipo en la Unión Europea, junto a Finlandia, Reino Unido, Dinamarca, Francia y Holanda.
Además de analizar los impactos en recursos hídricos, costas y biodiversidad, el nuevo plan va más allá en su evaluación. El sector agrícola, bosques, caza y pesca continental, zonas de montaña, suelos, pesca y ecosistemas marinos, transporte y salud humana serán objeto de distintas actuaciones.
En los últimos cien años, España se ha calentado un grado y medio, por encima del promedio global del calentamiento del planeta desde la revolución industrial, que ha sido de 0,6 grados centígrados, y también por encima de la media europea, que se ha situado en 0,95 grados.